Las palabras y frases que dice la madre en momentos de recuperación nos ayudan a formarnos una imagen completa de la madre, conociendo historias desconocidas incluso para Nerea. En la historia aparecen constantemente las manos de la madre, a veces levantando la barbilla de Nerea, otras veces tapando el nombre que aparece en las sabanas del hospital, como si buscara no preocupar a los de su entorno.
Es una novela que se lee muy a gusto, saltando entre el pasado y el presente, es una alegoria a favor de las ganas de vivir. Aparecen muchos sentimientos, en un intento de la escritora de profundizar en las relaciones madre-hija.