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Hasta la cima de la montaña, Arne Dahl

Los integrantes del A también son gente con múltiples facetas: incorruptibles, entregados a su vocación de acabar con los malos –a veces demasiado entregados-, con vidas familiares como mínimo sorprendentes, hastiados de la dura realidad con la que conviven… pero no son de cartón.

Arne Dahl parece un “osito bonachón” (veáse la foto de la contraportada) pero sólo lo parece. Es más bien un gremlin de los malos que con pulso certero y frases cortas y punzantes, nos relata los duros momentos que vive el A y como es cada uno de ellos en unas digresiones que realiza en la misma acción. Así, cuando sale un personaje y uno se pregunta ¿quién c… es éste? El bueno de Arne nos lo dibuja con precisión y podemos continuar con la narración sabiendo que no nos estamos perdiendo nada.

Salvado el pequeño obstáculo de los apellidos y el callejero nórdico –tanto “gatan” “gatan” le pone a una un poco tonta- y subiéndose al rápido ritmo al que “bailan” estos chicos, el entretenimiento está  asegurado.

Respecto a los “protas” destaca la “pareja” Holm y Heljm –con affaire incluido-. Pero todos los miembros del A tienen gran protagonismo y son tan parecidos unos a otros como un huevo a una castaña.
Especial atención merecen Chavez –el triunfo del “emigrata” en una sociedad con el pelo rubio y los dientes rubios como canta Ruben Blades… -, Sara y Nyberg, adalides de la lucha contra la pedofilia, o Huttin el “jefe” que vuelve de su jubilación para ocuparse de este caso.

Súmenle  a todo esto un par de vueltas de tuerca sorprendentes, y obtendrán una buena novela negra, que les hará ver Suecia y el “estado del bienestar” desde otro prisma y conocerán una serie de personajes excepcionales tanto en su bondad como en su maldad.
¡¡¡larga vida al Equipo A¡¡¡
Nota: tras tanta acción no estaría mal una relaxing cup.. (fin de la cita)

Expediente 64, Jussi Adler-Olsen

Estos tres investigadores viven en un pasillo del sótano de la comisaría y no tienen medios para realizar su trabajo: ocuparse de los “casos fríos”, aquellos antiguos casos archivados como “no resueltos”.

Se verán envueltos en varios de ellos, siendo el principal e hilo de la novela, la muerte de una serie de individuos que tendrán como nexo de unión la isla de Sprogo, donde el gobierno danés experimentó con mujeres “conflictivas”: mujeres de la calle, alcohólicas, con problemas mentales, “de vida ligera”, mujeres «normales», niñas incluso… a fin de poner en práctica las teorías eugenésicas tan en boga en esos tiempos, los años 40, aunque las prácticas se extenderían hasta bien entrados los 60.

El caso está basado en hechos reales (es decir metían en ese agujero a las mujeres que consideraban “anormales” y bajo la capa exterior de un psiquiátrico se escondía una prisión en toda regla) lo que hace aún más interesante la narración.
Adler-Olsen narra en paralelo estas dos etapas el ayer (1940)
cómo se produjeron los hechos (que no fueron aislados) y la investigación que Morck y los suyos llevaran a cabo (1985).
La novela tiene tensión, y los personajes principales están más definidos que en otras entregas.

Una vez más “desmonta” el llamado estado de bienestar a la escandinava, presentándonos hechos cuando menos inquietantes, sin edulcorarlos, a través de una serie de personajes que ahora pueden hablar y de unos “ejecutores”que siguen teniendo un hueco relevante en la escena política danesa.
No hay que olvidar que las leyes eugenésicas (búsqueda de la creación, al fin y al cabo, de una raza superior) fueron aprobadas por mayoría en el parlamento danés a partir de 1929 (legalización de las esterilizaciones forzadas), prácticas que se mantuvieron hasta 1975 (indemnización a los afectados aprobada en 1998).

Vamos que tenemos un trio de detectives “peculiares”, una ristra de cadáveres que nos conducen a una oscura página de la historia de la democrática Dinamarca,… y un desenlance  tan inesperado como perturbador…la realidad siempre supera a la ficción.

El guardián invisible, Dolores Redondo

Tal y como indica el propio título de la trilogía, la trama está situada en el valle navarro del Baztán.
Dos chicas jóvenes aparecen muertas en el pueblo de Elizondo y las características de los asesinatos y el modus operandi hacen sospechar que se trata del mismo asesino. Los asesinatos, además, estarán envueltos en un halo de fantasía y creencias enraizadas en las costumbres del valle.
Amaia Salazar, una inspectora de homicidios de la Policia Foral y residente en Pamplona, será la encargada de dirigir el caso. Amaia, natural de Elizondo, volverá a su pueblo natal para investigar los asesinatos y para reencontrarse con los fantasmas de su niñez, con un pasado que ha intentado borrar y que, inevitablemente, volverá a ella para atormentarla.

Se trata de una novela de intriga que mantiene en vilo desde la primera página . Además de contarnos una historia de asesinatos, a lo largo de la obra, conoceremos la historia de la propia Amaia, su niñez, su relación con su madre, sus miedos y sus ilusiones. A través de sus vivencias, se nos describirán, de una manera magistral, los paisajes mágicos y sugerentes de Navarra, sus bosque milenarios y misteriosos que guardan los secretos y costumbres de esa Navarra, tan cercana a nosotros y, en definitiva, también las nuestras. Recordaremos figuras mitológicas como el Basajaun, Mari y aquellas leyendas que darán a la historia una dosis mayor de misterio.

Nos encontramos ante una historia muy bien construida, una novela con una gran dimensión psicológica, que está a la altura de las grandes obras de la literatura sueca, con el valor añadido de que el entorno que se describe nos resulta muy cercano y hace que, desde el primer momento, disfrutemos y conectemos con la historia.

La obra ha sido publicada simultáneamente en diez idiomas. La versión en euskera, Zaindaria ikusezina, ha sido traducida por Josu Zabaleta Kortabarria, y publicada por la editorial Erein.
La misma productora de la trilogía Milenium ha comprado los derechos para su proyección en el cine.