29

Ago / 2013

¿Cultura libre?

Autor:

Las bibliotecas donostiarras municipales pertenecen a la marca «Donostiakultura». Esta identificación de bibliotecas y cultura, me ha causado a lo largo de mi trayectoria profesional muchos quebraderos de cabeza. Hubiese preferido que la marca biblioteca fuera independiente de ese concepto tan abstracto y difícil de definir «La cultura».

¿Qué es cultura? ¿Qué es la gestión cultural» De que hablamos cuando decimos que alguien es culto. Cada persona identifica algo distinto (música, libros, teatro, cine, industria cultural, acción cultural, política cultural, museos, archivos, bibliotecas…) todo mezclado equipamientos, edificios, soportes físicos, creación artística, conceptos.

Si hablamos de los adjetivos o complementos del nombre añadidos a cultura podemos hablar de la cultura analógica, cultura digital, cultura de masas, cultura elitista, cultura del deporte, cultura musical, cultura gastronómica, cultura del esfuerzo, cultura vasca, cultura española etc. Creo que sin exagerar se pueden llenar muchos folios con el término cultura.

Europa nombra a ciudades capitales europeas de la cultura y creamos multitud de eslóganes. Es tan difícil explicar el proyecto de la capitalidad cultural de una ciudad que se crean oficinas, se contrata personal pero el ciudadano no sabe muy bien, si es una   nueva forma de turismo o un invento de los políticos europeos, cuyo fin o utilidad se nos escapa o es meramente económico.

Leonardo Padura en el Babelia del 27 de julio reflexiona sobre los estragos de la piratería en la cultura. Me gusta mucho Padura y leí todo el artículo sobre todo por el tema del copyright. La generación actual cree que no debe cobrarse por el conocimiento, o por el disfrute de la cultura. Al considerar que no es ético hacerlo se convierte en «pirata digital» con derecho para descargar de Internet los libros, discos, películas que hasta hace poco compraba. La  validez del copyright es, finalmente lo que se pone en cuestión en esta nueva sociedad. Se empieza a hablar de la «cultura libre»

Cultura libre

Jaron Rowan escribe sobre el declive de las industrias culturales y la importancia de la cultura libre. Su artículo se encuentra en el libro «Cultura libre digital» que os recomiendo.

El libro establece paralelismos y diferencias entre la cultura libre y el software libre, se habla de la historia de internet, de la utilización de los artistas como excusa para frenar el mundo digital. El modelo económico de la cultura que ha imperado hasta ahora está en crisis.  ¿Es la cultura un derecho? o ¿es un recurso? ¿Es un sector económico viable el cultural o el de las industrias de entretenimiento?.

En los últimos años desde las instituciones públicas se han apoyado proyectos y empresas dedicadas a la cultura, se ha luchado por obtener la capitalidad cultural, se ha reforzado la idea de que cualquier práctica cultural es industria. De hecho Europa sigue en esa línea, de la cultura como recurso, como industria en su programa  «Europa creativa 2014-2020.» Hablamos de industrias culturales generadoras de empleo, un 3,8 de la mano de obra y un 4,5% del PIB europeo.

Frente a esta concepción, el movimiento de la cultura libre nació inspirado por el auge sin precedentes del software libre y en parte como respuesta a la progresiva privatización de la cultura por parte de grandes corporaciones. La presión de éstas dio como resultado la Ley Sinde-Wert en España.

Paralelamente a estas presiones el abaratamiento de las herramientas digitales ha propiciado que la ciudadanía pueda filmar sus películas, grabar discos, editar sus propios libros, creando una cultura del remix cotidiano.

Volviendo al artículo de Leonardo Padura, y si ¿no se protege a los escritores,? a aquellos que quieren vivir, escribiendo sobre el dolor, la belleza o el miedo? Si los escritores no pueden vivir de los derechos devengados de sus obras, ¿quién escribirá? Me refiero crear, no bloguear, ni autoeditarse, ni comunicar.

Acceso, nuevos modelos de negocio en la cultura, valor colectivo.

El debate se debe centrar en el acceso a las obras culturales que existan en repositorios comunes pero que también permitan la transformación de las mismas.
Al hablar de nuevos modelos de cultura, tenemos que definir primero el acervo cultural común y para eso es necesario un dominio público rico y accesible, y ahí deberíamos estar las bibliotecas, como marca que garantiza por una parte el derecho del creador,  es de decir reeducar al pirata y  a la vez frenar el afán de lucro neoliberal ofreciendo al ciudadano acceso a las obras culturales.

El mercado liberal que domina el panorama en estos momentos, no se va a cuestionar que es cultura, o cuál es el papel de la biblioteca en esa transmisión de la cultura. A veces creo que la crisis de los editores la vamos a pagar las bibliotecas públicas vía  plataformas de préstamo de libros electrónicos, pagadas por las instituciones.

Yo no tengo la solución a tantas preguntas ¿cómo satisfacer el derecho del creador, su valor individual frente al valor social de la cultura? ¿Como se mide el valor social de la cultura? ¿Que entendemos por cultura, o que acervo cultural debemos transmitir si también está cuestionado el canon literario?

Sabemos que la industria cultural va a esgrimir datos económicos para la defensa de los modelos de pago, ya sabemos se genera empleo, riqueza etc pero creo que hoy más que nunca es la biblioteca, la que debería de emerger en esa sociedad digital, defendiendo el derecho de acceso y el respeto al creador.

Os recomiendo un último libro que acabo de comprar, y que puede ayudaros en este tema tan interesante de la piratería «Un mundo de todos y de nadie» : piratas, riesgos y redes en el nuevo desorden global» de Daniel Innerarity.

30

Nov / 2012

No a los recortes en bibliotecas

Autor:

En octubre de este año tuvimos las primeras noticias sobre las barbaridades presupuestarias en materia de bibliotecas para el  año 2013. Creo que no es ninguna exageración utilizar la palabra barbaridad al hecho de que se haya consignado cero euros para la compra de libros u otros materiales (DVDS, CDS, revistas) en las colecciones de las 52 bibliotecas públicas del Estado.

Vargas Llosa en su libro «La civilización del espectáculo» en el capítulo V titulado «Cultura, política y poder»  nos alerta sobre la relación entre la cultura y la política. Si la cultura actual es la cultura del espectáculo, la del amiguismo, no es de extrañar que la barbaridad de no comprar ningún libro para las bibliotecas se asuma con naturalidad. Después de todo las bibliotecas para muchos políticos son un lujo no una necesidad. ¿Cuántos concejales de cultura no habrán leído un libro en toda su carrera universitaria? ¿Cuántos siendo maestros o licenciados no saben nada de bibliotecas, pero creen saber y dan lecciones a los bibliotecarios? ¿cuántos gestores de planes estratégicos se permiten ahora hablar del cobro de determinados servicios de biblioteca, sin consultar con los bibliotecarios? ¿cuántos economistas o financieros van a decidir si el año que viene va a haber presupuesto para adquisiciones?

Quiero recordar  que el servicio biblioteca es una competencia municipal, es decir que el gobierno municipal tiene la titularidad de las bibliotecas públicas.  El municipio debe prestar el servicio de biblioteca pública por ley.  Es cierto que los municipios tienen problemas para atender todas las necesidades,  podrán reducir de otras áreas pero no deberían hacerlo de lo que es su competencia..

La Ley de bibliotecas de Euskadi obliga también al Gobierno Vasco a contribuir en el mantenimiento de las bibliotecas públicas. Por lo tanto hay que exigir al Gobierno Vasco que no reduzca las subvenciones destinadas a bibliotecas públicas ya de por sí escasas. Sería el momento de apoyar a los municipios con un aporte mayor del habitual. La ayuda del Gobierno Vasco supone  sólo un 13% del costo del servicio bibliotecario de San Sebastián.

Estamos a tiempo de no caer en otro ejemplo de burbuja cultural con Tabakalera. Seamos serios si no hay dinero para mantener las adquisiciones de fondos para las bibliotecas que ya están funcionando, si vamos a reducir la aportación al Festival de cine de San Sebastián, si la Quincena musical también tiene reducciones, si los museos de Euskadi como Artium tienen problemas ¿a dónde vamos con Tabakalera? No repitamos errores del pasado.

¿Puede haber biblioteca sin colecciones nuevas?

No hay servicio de biblioteca sin colecciones nuevas ya que éstas son el eje  central de todos los demás servicios de la biblioteca pública. Retirar el dinero para las adquisiciones es ir matando la biblioteca pública. Si no se incorpora colección el usuario perderá interés y descenderá el hábito de la lectura. Abrir la biblioteca no es suficiente, no es dar el servicio «biblioteca», son necesarios los contenidos y las actividades.

¿Hay reducciones en las bibliotecas de Euskadi?
Yo creo que sí, pero no lo he leído en los medios de comunicación. Se habla en global de reducciones en cultura, pero creo que no se debería comparar las reducciones en bibliotecas con las de otros ámbitos culturales. Siempre hemos sido pobres en bibliotecas y ahora ¿hay que reducir igual?

En  San Sebastián se está reduciendo desde el año 2010.

Si siempre he defendido la necesidad de la reorganización del panorama bibliotecario de Euskadi y la necesidad de plasmar en la ley aspectos que no se desarrollaron, ahora lo que era necesidad es obligación.

La ley de  bibliotecas de Euskadi, no resuelve los problemas. Por citar algunos : hay que definir el papel de las Bibliotecas Forales, aclarar sus funciones, hay que dotar de medios económicos y humanos a los servicios técnicos del Gobierno Vasco que dirigen la red de lectura pública on-line. Hay que desarrollar la Ley.

Se criticó en la lista de Iwetel  a los profesionales de las bibliotecas por su silencio ante los recortes. Que nadie se lleva a engaño. El silencio no significa que  «El que calla  otorga». Javier Marías en su blog ha criticado los recortes en bibliotecas. Los escritores vascos pueden y deben denunciar los recortes en bibliotecas. Los bibliotecarios aunque denunciemos, ¿tenemos eco?.

Al venir hoy a trabajar, me he fijado en el eslogan de la capitalidad cultural que cuelga de mi Ayuntamiento, dice: «Con cultura, más libres»

Otros dicen: La verdad nos hace más libres…

Vustro turno

26

Ago / 2012

Maoísmo digital

Autor:

Jaron Lanier el autor del libro titulado  “Contra el rebaño digital”,  publicado por Debate, ha escrito también el artículo titulado “ Maoísmo digital” que advierte de los peligros del nuevo colectivismo y de la utilización de la inteligencia colectiva en sitios web tan importantes como la Wikipedia.
Este artículo y las respuestas al mismo se recogen en el libro “Cultura” coordinado por John Brockman, y en él escriben especialistas americanos del mundo de la ciencia, la psicología, la física, las tecnologías de la información.

El libro me llamó la atención, por el título «Cultura«, y por las reflexiones hechas por científicos sobre la sociedad actual, el arte, la política, la omniprescencia de internet.. Me animé a leer el artículo y las respuestas.
A Lanier no le preocupa la Wikipedia en si misma sino y copio textualmente, p. 132 y siempre refiriéndose a la Wikipedia” El problema, radica más bien en la estima y el uso que se le han concedido ; en la importancia que ha adquirido con tanta rapidez y eso forma parte del atractivo del nuevo colectivismo electrónico que no es sino el resurgimiento de la idea de que el colectivo es omnisciente…”

¿A quién no le preocupa el exceso de poder de Google, Amazon, Facebook, Apple y el monopolio formativo de Wikipedia? ¿Alguien entiende el algoritmo de Google? ¿Están los nativos digitales preparados para saber que lo colectivo es bueno pero qué es necesario saber quién está detrás? ¿Saben los nativos digitales que las empresas siempre buscan lo mismo ganar dinero?

RESPUESTAS A LANIER
En el mismo libro se les da la oportunidad a otros autores con distinta opinión de contestar a Lanier. Douglas Ruskkof, Cory Doctorov, Kevin Kelly, Clay  Shirky, Esther Dyson, y por último a Larry Sanger y Jimmy Wales fundadores de la Wikipedia.
Todos agradecen algunos aspectos del artículo de Lanier, y reflexionan sobre la pérdida de la individualidad, la devaluación de la persona única responsable y comprometida en cuanto al elemento fundamental del sistema de información y conocimiento.

Coinciden en que la Wikipedia es un proyecto colosal. Los errores se han ido corrigiendo y se han restringido las colaboraciones.

Como bibliotecaria he visto morir las enciclopedias en papel, Espasa, Británnica,  GER, Larousse… La Wikipedia ha podido con todas…

Miedo a los colectivos, y al rebaño tenemos porque hemos visto lo que puede hacer el colectivo ya sea de derechas o de izquierdas, pero yo estoy con Jimmy Wales, no somos rebaño, ni borregos intelectuales.
Lanier nos hace pensar y ésto siempre es importante.

05

Dic / 2011

Casa de las Culturas del Mundo-Paris

Autor:

Instituto Francés Paris-Alianza Francesa
La acogida  en Francia de profesionales de la cultura entre ellos bibliotecarios, artistas, programadores de música, museólogos, responsables de las políticas culturales, especialistas en danza, en archivos, en arquitectura de edificios culturales, y patrimonio  es uno de los ejes de intervención del Ministerio de la Cultura y de la Comunicación Francés.

El programa Corrientes del Mundo se creó en el año 1992, y se gestiona directamente por la Maison des Cultures du monde. La Casa de las Culturas del Mundo se fundó antes en 1982 por Cherif Khaznadar. Hoy en día trabajan veinte personas y la directora es Award Esber.

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19

Oct / 2011

La cultura-mundo

Autor:

Estamos ante un régimen de cultura globalizado, o como dicen Gilles Lipovetsky y Jean Serroy estamos ante la cultura-mundo. El panorama actual  implica una unificación y desterritorializacion de la cultura, y a la vez a pesar de esa corriente global y homogeneizadora , cada vez más los particularismos culturales quieren hacerse oir.

Podemos hablar de desorientación cultural por parte de los encargados de transmitir la cultura (educadores) y por parte de las instituciones culturales como las bibliotecas y los museos, los programadores de teatro, cine, arte etc. que ven como muchas veces lo insignificante tiene valor cultural.  ¿Estamos ante la acultura?

Los autores dividen el libro en cuatro capítulos : la cultura como mundo y mercado, el mundo como imagen y comunicación, la cultura mundo como mitos y desafíos y la cultura mundo como civilización.

No es un libro negativo porque plantea una serie de soluciones que son las que quiero entresacar:

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