13

Abe / 2012

Ravi Shankar

Autorea:

 

Correría el año 2005. Estábamos en el Royal Festival Hall de Londres. No confundir con el Royal Albert Hall, este está del otro lado del Támesis. De sus 2000 asientos, 1998 estaban ocupados por personas, probablemente, nacidas en el subcontinente Indio y que habitaban, con toda seguridad, en las Islas Británicas. Otro era un joven de origen, con bastante probabilidad, norteamericano que ocupaba una butaca justo delante de mí y que se empeñaba en seguir las talas (secuencias rítmicas, por simplificar), en las que se interpretaban las distintas ragas, marcando tiempos fuertes y débiles con un éxito, en mi opinión, rayano en el fracaso absoluto.

 

Quien hacía el número 2000 de los asistentes era este vuestro seguro servidor. Seguro servidor que estaba encantado porque había conseguido entrada para uno de los acontecimientos del siglo en la música indostánica. Se cumplía un año del fallecimiento de uno de las más grandes e inspirados intérpretes del sitar: Vilayat Khan, a quien se consideraba el instrumentista más lírico de todo el panorama musical indio. Con tal motivo, se ofrecía un concierto con tres partes.

 

La primera la ocupaba Shujaat Husain Khan, sitarista y cantante que es uno de los valores más sólidos de la actual música india y que, en aquella ocasión, mostró su faceta clásica. Shujaat es el segundo hijo de Vilayat Khan.

 

La segunda parte del evento fue un jugalbandi (dúo) a cargo de Shivkumar Sharma, intérprete del santoor (lo que en Centroeuropa se conoce como cítara o címbalo) y el gran Hariprasad Chaurasia, genial flautista. Esta actuación quedó recogida en un doble CD que yo, personalmente, procuro escuchar una vez por semana; hasta tal punto la música contenida en esa grabación es única y extraordinaria. Para conseguirlo, conectaros con www.navrasrecords.com y consultad: Rasdhara. Está en Spotify, también.

 

La tercera parte corrió a cargo de Kishori Amonkar. La cantante indostana de mayor prestigio en la India. El Royal Festival Hall se vino abajo. Apoteósico.

 

Desde el punto de vista musical, glorioso. Desde el de la logística y organización, no tanto. Empezó el concierto con hora y media de retraso. Tras cada uno de los bloques, todo el público había de salir a los pasillos exteriores para que los siguientes músicos hicieran la prueba de sonido durante otra horita y media y aquello acabó, gloriosamente, ocho horas más tarde de lo previsto. Y, por si no fuera poco, entre movimientos de cada raga, todos los músicos afinaban. Incluso los percusionistas que no habían intervenido en el movimiento anterior.

 

Pero para afinación famosa la de Ravi Shankar en el Concierto por Bangla Desh en 1971. Salió al escenario con Alla Rakha, Kamala Chakravarty y Ali Akbar Khan y comenzaron a afinar sus instrumentos. Al público aquello no le resultaba discernible. Cuando los músicos pararon brevemente para comenzar su concierto –ya afinados- el respetable prorrumpió en una gran ovación. Shankar, sorprendido, comentó: nos alegra que hayan disfrutado con la afinación, esperemos que también les guste nuestra música. Y empezaron.

 

http://youtu.be/a4PSl_WnNps

 

 

 

Para entonces, Ravi Shankar ya era conocido y considerado como el más universal de los músicos indostanos. Pero, claro, el apego que sintieron los Beatles por él le ayudó a consolidar su fama y su prestigio. Shankar era, sin duda, un instrumentista de una inspiración fecundísima y una creatividad inigualable. Su Garana (estilo o escuela) era muy popular, muy fácil para el oído entrenado y muy accesible para la “oreja” europea sin conocimientos de su música. El Alap de sus ragas (la parte lenta y sin estructura rítmica, que, en otras escuelas es larga y muy intrincada) es corto y ligero y sus estructuras melódicas comprensibles desde cualquier tradición musical. Todo ello lo convierte en la personificación de la Música India para el oyente occidental.

 

Hace un par de meses se ha editado un primer disco de una serie de grabaciones muy recientes realizadas en la propia casa del músico. También un DVD correspondiente a unas actuaciones en California muy recientes. Por suerte, la cantidad y calidad de la música grabada por Shankar es ingente y fabulosa. Esta es la página de su casa de discos: East Meets West.