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Buda en el ático, Julie Otsuka

La autora consigue con ello un ritmo hipnótico en la narración y uno no puede parar, porque pasa a formar parte de esta especie de coro griego, donde lo individual se diluye en lo grupal.

Ello no quita que, al avanzar la narración, y sobre todo con el nacimiento de sus hijos, aparezcan los nombres propios… aunque siguen llamando a sus “consortes concertados” nuestros maridos.
Ese ritmo hipnótico se apoya en frases cortas, punzantes, mínimas..que logran condensar su terrible realidad en solo 150 páginas

Habíamos oído hablar (documentales, películas..) de cómo durante la segunda guerra mundial los americanos reunieron a los japoneses que habían llegado a trabajar al ferrocarril y a sus descendientes en una especie de campos de concentración, por considerarlos espías y saboteadores del Eje.
Pues bien, la novela nos relata muy bien la “desaparición” de estos individuos cuyo único delito es ser “japos” y haberse relacionado únicamente entre ellos, ya que desde el principio se les trata como si fueran negros. Esto unido al rumor, al miedo y, en ocasiones la envidia hacia los florecientes negocios de los inmigrantes asiáticos, facilita la “desaparición” total de los mismos.

En esta “limpieza” también serán las mujeres las principales víctimas, ya que siempre estuvieron solas: trabajando de sol a sol incluso embarazadas, acostándose con el capataz para que su “marido” conservara el empleo, y en otros casos trabajando en un burdel.

Si unimos la temática y el estilo narrativo nos hallamos ante una novela fácil de leer, pero que, a la vez, exige toda nuestra atención, ya que nada de lo que aparece lo hace al azar.
Ganadora del Premio Pen/Faulkner, tiene un contenido terrible pero que nos muestra la capacidad de lucha y sufrimiento de unas mujeres que sólo querían una vida mejor. Unas mujeres que eran “invisibles” pero que forjaron la historia de una manera anónima, que es cómo, por desgracia, sigue sucediendo.

Headhunters, Jo Nesbo

Persecuciones (en ambulancia, en tractor..), asesinatos (reales, simulados..), robos de cuadros de gran valor, usurpación de personalidad, adicciones de todo tipo, conflicto de intereses entre grandes empresas… son narrados con gran maestría.
Nesbo es un buen “contador”: la trama es hábil, rápida, certera y va ganando velocidad, aderezada con momentos de humor (a no perderse el “momento cabaña”) y monólogos en los que nos podemos ver reflejados.

El humor está muy presente: como un guiño a los detectives aparece Brede Sperre, adorado por el público, personaje mediático, homosexual, superatractivo…. Clas Greve es una especie de Walker Texas Ranger que maneja todas las claves de la supervivencia y los métodos de los comandos antiterroristas…

La lucha de Greve por conseguir acabar con el “número uno de los cazatalentos” (ese soy yo que diría Roger Brown) forzará una serie de episodios electrizantes y, a su vez, llenos de un humor mordaz.
Te ríes, te mantiene en vilo, tiene sólo 285 páginas, está bien escrito y hasta te puede hacer pensar (los remordimientos, la lucha entre el bien y el mal, el peso de la culpa…) Vamos, uno de esos libros que quieres terminar para ver que pasa y, a la vez, que te dure un poco mas. Recomendable 100%.

Gaur zortzi, Carmen Gisasola

Joan den urrian Carmen Gisasolaren Gaur zortzi eleberriaren aurkezpenera joateko aukera izan nuen eta bertan entzundakoak liburua irakurtzera bultzatu ninduen.

Liburuaren protagonista ama bat da, 20 urteko alaba bakarrarekin bizi da eta egun batetik bestera alabak etxetik alde egiten du. Hasieran amak eta neskaren lagunek ez dakite zein den alde egitearen arrazoia baina gutun batean erakunde armatu batean sartu dela esango die. Hortik aurrera amak bere samina eta bakardadea arintzeko gutun bat idatziko dio kartzelan preso dagoen Andoniri.

Eleberria irakurtzerakoan kutsu autobiografikoa hartzen zaio baina egileak elkarbizitzaren beharra azpimarratzeko idatzi duela esan zuen aurkezpenean «eleberri hau elkarbizitzaren aldeko apustua dela esango nuke. Edozein herriren itxaropena datozen belaunaldietan jartzen da eta etorkizuna oinarrizko baloreekin eraiki nahi badugu, gure herrian gertatukoaren hausnarketa egitea ezinbestekoa dugu, albora begiratzeak zauriak ez dituelako ixten.»

 

El giro, Stephen Greenblatt

Bien. Comencemos. El giro no se puede decir que sea un libro de historia. No estudia la caída del imperio romano, ni sus glorias pasadas, ni sus extintas formas de vida. Tampoco se puede decir que sea un manual de bibliotecas, ni un libro sobre bibliofilia, ni una introducción al coleccionismo y la museografía. No es ni mucho menos un libro de autoayuda. Ni uno de filosofía. Ni una historia del pensamiento. Tampoco es un libro de religión. Ni siquiera uno sobre el cristianismo. Ni sobre el paganismo. Ni sobre el ateismo. Menos aún es un libro que explique la naturaleza de las cosas, ni el origen ni la composición de la materia. No trata sobre el universo, ni si es cóncavo o convexo. Porque no es ni un libro de física ni de astronomía. Tampoco es un libro sobre literatura, ni sobre los clásicos. Ni sobre el potencial de la  poesía para transformar el mundo. No es ni por asomo un libro de aventuras donde estados principescos, corruptos y depravados, luchen por mantener el poder a toda costa. Tampoco uno al estilo Umberto Eco sobre la quema de herejes y la prohibición de libros. Ni sobre la búsqueda de tesoros perdidos y hallazgos muy peligrosos que cambiarán la historia de la humanidad. Ni siquiera es una novela. Entonces, ¿qué demonios es este libro?

Pues es todo eso y mucho más. Es el libro del año.

PS: Abstenerse fans de “El tiempo entre costuras”.

Cuervos, John Connolly

No os voy a contar el final, pero si os diré que la novela va ganando enteros a través de las vueltas de tuerca que Connolly aplica al argumento: todos tienen algo que ocultar y, en realidad, la búsqueda de la chiquilla es, por momentos, secundario.

De todas formas Parker, el caballero andante, volverá a hacer de las suyas, pero siempre «enfrentado» a los poderes oficiales.Dicho de otro modo, es él el que levanta la manta y descubre el pastel, adelantándose a la policía y recibiendo de ésta una «reprimenda» por meterse donde no le llaman.

Ha vuelto Charlie Parker en estado puro.. a nosotros no nos queda más que ¡¡disfrutar¡¡