Aparentemente todo va bien, pero solo aparentemente, pues de pronto sufre una crisis nerviosa que le desbarata su forma de vida y empieza a hacer cosas que van en su contra, y también de su empresa, de su familia, de su suegra, de su secretaria y de sus colegas de trabajo ¿Qué habrá pasado?
Al parecer, quiere romper los lazos con su vida anterior y decide desaparecer y realmente lo hace, simulando su propio suicidio. Cambia de aspecto, busca un trabajo de jardinero, pero poco a poco se da cuenta de que echa de menos a su mujer, hijos y suegra incluida.
Mientras tanto su mujer se compromete con un antiguo amigo con el que decide iniciar una nueva vida y piensan casarse cuanto antes. Pero, hay una vuelta de tuerca en esta historia y es que Reginald Perrin siente tanta añoranza por su gente que decide presentarse y por la primera que comienza este retorno es por su hija y después aparece en su propio funeral, donde su mujer le reconoce, pero no dice nada.
¿Cómo acabará esta historia un poco loca, entrañable y simpática? No voy a desvelar el final de la novela, pues espero que lean el libro y que les guste tanto como me gustó a mí.