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35 muertos, Sergio Álvarez

Los movimientos revolucionarios y contrarrevolucionarios servirán de decorado para nuestro peculiar Lazarillo de Tormes, que irá dando tumbos de un lado a otro, siempre en el filo, conociendo a elementos de todo pelaje, aunque para elemento él. Todo ello entremezclado y sazonado con unas tremendas ganas de vivir la vida loca al máximo, porque uno no sabe en qué fosa acabará el día de mañana. Así pues, vida y muerte se dan de tortas en una novela bigger-than-life, donde este trasunto de Sinhué en versión colombiana reflexiona (sin quererlo) sobre el sentido de la existencia en un mundo caótico.

Sergio Álvarez sale por la puerta grande y a hombros con esta magnífica novela, en la que el lenguaje cobra especial protagonismo, ya que nos transporta y aporta la dosis perfecta de exotismo y realismo. Pero sin duda lo más destacable es la habilidad del autor en dar cabida y coherencia a toda una pléyade de personajes, situaciones y paisajes sin que la novela parezca demasiado un folletón venezolano. Claro que estas historias sólo pueden pasar en Latinoamérica.

A lo dicho: novela muy, muy chévere.

Expediente 64, Jussi Adler-Olsen

Estos tres investigadores viven en un pasillo del sótano de la comisaría y no tienen medios para realizar su trabajo: ocuparse de los “casos fríos”, aquellos antiguos casos archivados como “no resueltos”.

Se verán envueltos en varios de ellos, siendo el principal e hilo de la novela, la muerte de una serie de individuos que tendrán como nexo de unión la isla de Sprogo, donde el gobierno danés experimentó con mujeres “conflictivas”: mujeres de la calle, alcohólicas, con problemas mentales, “de vida ligera”, mujeres «normales», niñas incluso… a fin de poner en práctica las teorías eugenésicas tan en boga en esos tiempos, los años 40, aunque las prácticas se extenderían hasta bien entrados los 60.

El caso está basado en hechos reales (es decir metían en ese agujero a las mujeres que consideraban “anormales” y bajo la capa exterior de un psiquiátrico se escondía una prisión en toda regla) lo que hace aún más interesante la narración.
Adler-Olsen narra en paralelo estas dos etapas el ayer (1940)
cómo se produjeron los hechos (que no fueron aislados) y la investigación que Morck y los suyos llevaran a cabo (1985).
La novela tiene tensión, y los personajes principales están más definidos que en otras entregas.

Una vez más “desmonta” el llamado estado de bienestar a la escandinava, presentándonos hechos cuando menos inquietantes, sin edulcorarlos, a través de una serie de personajes que ahora pueden hablar y de unos “ejecutores”que siguen teniendo un hueco relevante en la escena política danesa.
No hay que olvidar que las leyes eugenésicas (búsqueda de la creación, al fin y al cabo, de una raza superior) fueron aprobadas por mayoría en el parlamento danés a partir de 1929 (legalización de las esterilizaciones forzadas), prácticas que se mantuvieron hasta 1975 (indemnización a los afectados aprobada en 1998).

Vamos que tenemos un trio de detectives “peculiares”, una ristra de cadáveres que nos conducen a una oscura página de la historia de la democrática Dinamarca,… y un desenlance  tan inesperado como perturbador…la realidad siempre supera a la ficción.