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Mar / 2012

El sueño de una Biblioteca Municipal Central de San Sebastián

En el libro «Documentación y comunicación del patrimonio bibliográfico» coordinado por Teresa Agirreazaldegi, editado por la Universidad del País Vasco » en el 2011, he encontrado varios artículos interesantes y uno de ellos,  escrito por Joan Mari Torrealdai en euskera con el título «El sueño de una Biblioteca Nacional»  me ha hecho pensar en mi sueño, mi objetivo (no cumplido) el de una Biblioteca Municipal Central en Donostia, en un único edificio.  En la actualidad y desde el año 1999, prestamos servicio para los adultos, como Biblioteca Central,  en Alderdi eder, en los bajos del Ayuntamiento.

En la calle Fermín Calbetón se encuentra,  la sección infantil y el Centro de Documentación.
Y en el edificio de la plaza de la Constitución, en la antigua biblioteca, como se sigue conociendo por la mayoría de los donostiarras, tenemos los servicios técnicos centrales,  parte del fondo patrimonial, la otra parte en depósitos municipales  y las oficinas de Donostia Kultura.

Un poco de historia

La biblioteca municipal se fundó en el año 1874. Es la primera de la ciudad y es anterior a la Biblioteca de la Diputación, (1944) hoy Koldo Mitxelena  en su actual sede desde 1993.

La historia de la biblioteca municipal es una historia de traslados. Ocupó el edificio de la Plaza Constitución en el año 1951. Ahí la he conocido yo. Pero estuvo en la calle Garibay, esquina calle Andía , después en la escuela de Artes y oficios, lo que hoy es Correos, y en tiempos de la segunda república en 1932 se trasladó al Museo de San Telmo y  de ahí al edificio de la Plaza de la Constitución.

Por si algún historiador local me lee, recuerdo que no hay un libro contando la historia de la biblioteca y eso que ha tenido directores importantes en el ámbito de la cultura vasca, José Manterola, Antonio Arzac, Rufino Mendiola…La primera mujer directora en el año 1972 Eulalia San Agustín.

La necesidad de un edificio adecuado es por lo tanto un problema recurrente. Las bibliotecas públicas se transforman para servir a la sociedad. Ya lo he dicho en algún otro post, que aquellos que creen que en la era de Internet, a las bibliotecas sin libros en papel, nos va a sobrar espacio, están equivocados. Tanto futurólogo que  se confunde…

Les recomiendo a todos estos «gurús» el libro editado por la IFLA en el 2007, sobre edificios de bibliotecas, recomendaciones, estándares, superficies mínimas para cada servicio. Os hablo de «IFLA Library building guidelines : developements and reflections». Tenemos un ejemplar en la red

Ultimo traslado

En 1999 dejamos el edificio emblemático de la Plaza de la Constitución porque no podíamos dar el servicio adecuado a los ciudadanos, debido a las trabas arquitectónicas, a los condicionantes de patrimonio y nos trasladamos a los bajos del Ayuntamiento, de forma temporal.

La hemeroteca local es testigo de  este traslado aplaudido por unos, criticado por otros.  Desde entonces durante los primeros años, se propusieron posibles ubicaciones,  el nuevo San Bartolomé, El Gobierno Civil, el Palacio Goikoa, el edificio de la pescadería en la Bretxa. Después los partidos políticos dejaron de incluir en sus programas electorales la biblioteca. Muy recientemente,  el Partido Popular ha propuesto el Banco de España.

Se  han olvidado de nosotros y aunque a veces esto suele ser bueno, en este caso el olvido es preocupante.

La Ley de bibliotecas de Euskadi 11/2007 no desarrolla las directrices para las redes urbanas. Si menciona en el título III, artículo 26.2 que los municipios de más de 30.000 habitantes dispondrán de Bibliotecas Centrales urbanas, pero es necesario un marco legal y normativo, más desarrollado.
Yo suelo consultar para la normativa de redes urbanas el documento «La Biblioteca Pública Municipal: directrices para las redes urbanas. Editado por la Diputació de Barcelona en el año 2009.  Es un documento esencial.

ALDERDI EDER HOY

Nuestra  Biblioteca de Alderdi eder, está ubicada en un sitio magnífico pero sus instalaciones se nos han vuelto a quedar pequeñas. No podemos planificar nuevos servicios, al estar en tres edificios la optimización de los recursos humanos y económicos,( una de las premisas del trabajo en red) es más difícil.,  Tenemos que relegar al depósito libros y documentos de interés por falta de espacio, las actividades no se relacionan debidamente con el servicio bibliotecario, ya que La cripta como se conoce a nuestra sala de actividades está en otro edificio, los niños y sus padres no pueden compartir la misma biblioteca,

Damos buen servicio.  Nos avalan las cifras, del año pasado. Como botón de muestra algunos indicadores: Visitantes 267.640, la media de visitas al día 895,12. Préstamos 132.703, media de préstamos al día 443,82, actividades 138.

La biblioteca en la actualidad está viva y podemos decir que llena de gente, pero necesitamos más espacio. No es nada nuevo, hablamos de una Biblioteca Central de 6.000 metros cuadrados que es lo recomendado por los estándares de redes urbanas de la Diputación de Barcelona que os he citado.

Hay otro edificio en nuestra ciudad, Tabakalera, en estos momentos en fase de redimensionamiento, en busca de director o directora, y de gerente que contempla entre sus paredes una Mediateka que debería servir como punto de partida de la reflexión para la reorganización de los servicios bibliotecarios de la ciudad. En cualquier caso no debería estar fuera de la red municipal. Ya se que mencionar Tabakalera, con sus tres socios, sus tres instituciones,  me hace quedar como una optimista sin remedio. Pero  dejo caer la idea en este mundo virtual.

El Museo Municipal de San Telmo, con mucho trabajo ha echado a andar, y ¿La Biblioteca? Qué mejor forma de apostar por la capitalidad cultural que construir para 2016, la Biblioteca Central que los donostiarras, los guipuzcoanos se merecen.

Soñar y recordar  no es malo. Me gusta el artículo de Joan Mari Torrealdai porque al soñar él, sobre la Biblioteca de Euskadi, lo que está poniendo de relieve y de manifiesto, la necesidad urgente de reordenación de los servicios bibliotecarios de Euskadi.

 

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