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Abr / 2013

Día Internacional del libro. ¿Hay futuro para las librerías?

Liburuaren Nazioarteko eguna. Liburutegi zerbitzuaren karpa

Acabamos de celebrar el Día Internacional del libro, 23 de abril. Las bibliotecas municipales de Donostia llevamos muchos años, diez por lo menos, instalando una carpa central en la Plaza de Gipuzkoa. Los libreros se colocan en los laterales. En la carpa se realizan actividades con los colegios, se reparten los premios a los mejores lectores, premios por la compra de libros, se hace lectura pública. Nuestro objetivo apoyar a los libreros.

Este año quiero felicitar en especial a los concejales y al alcalde por haberse tomado la molestia de acercarse a la carpa y leer un trozo, elegido por ellos, ya fuera un texto relacionado con 1813 (estamos celebrando el Bicentenario de la quema de San Sebastián) o la novela que estuvieran leyendo. Todos los años invitamos, personalmente a escritores, editores, ciudadanos anónimos, nunca consigo que tenga colas de gente para leer pero no cejo en el intento. Es un reto ya personal…

¿Qué pasa con las librerías?

En el día del libro el protagonista es el librero y la venta de libros. La pregunta clave de los medios en la rueda de prensa fue la crisis en las librerías. El presidente del Gremio de libreros  Andoni Arantzegi me dijo que la venta había sido mejor que el año anterior 2012, pero que no se gana como para que todas las librerías de San Sebastián pongan un puesto en la plaza. Ese día hay un descuento del 10% en el precio de cada libro y el descuento se hace también en las librerías.

Es un día en el que se apuesta por la visibilidad. Por el acercamiento del libro y desgraciadamente año tras año al haber pocos libreros, la imagen que trasladamos es triste.

Impacto de lo digital en las librerías

Los expertos en el libro, en sus predicciones sobre el futuro de las librerías  pintan un panorama bastante negro, aunque con pequeñas luces..

He consultado la obra » El paradigma digital y sostenible del libro» de los autores Manuel Gil y Joaquín Rodríguez. Es un libro muy serio que ya alerta en la introducción de que en el mundo del libro tenemos más preguntas que repuestas. He entresacado  las siguientes afirmaciones relacionadas con las librerías:

«De los grandes mercados de masas, las librerías serán barridas en un plazo de tiempo más breve del que pensamos«. La solución «La especialización en mercados de nicho de alta segmentación y por la asociación con la edición independiente

» Los grandes libreros digitales, lo hacen mejor que muchos libreros tradicionales por mucho que esta afirmación pueda resultar chocante o fastidiosa.» Los autores  resaltan que las librerías virtuales, ofrecen un catálogo mayor que el de la librería tradicional, proporcionan métodos de búsqueda más exactos, permiten intercambiar opiniones entre los lectores, el precio del libro no es intocable, puedes seleccionar el modo de envío, pedir papel de regalo… «es decir la librería virtual acabará siendo imbatible.»
«Los libreros deben agruparse en grandes plataformas» de promoción facilitando servicios post venta y generando experiencias gratificantes en torno a la venta.

«Los libreros deberán de dejar de ser meramente libreros» y deberán desarrollar su propio Book + Business plan.

«Aunque los libreros han reducido su poder de prescripción en la red, sustituidos por redes sociales y blogueros «Necesitamos buenos libreros» Comentan los autores que Amazon se dio cuenta de la importancia de agregar a los sitios web la sugerencia personal, lectores de nombre y apellido. Los libros recomendados por amigos, el boca a boca funciona.

«La Red ayuda a vender más libros en papel» Muchos creemos en la convivencia enriquecedora de los libros electrónicos y de papel. Los buenos lectores seguimos comprando libros en papel, aunque no tengamos sitio en casa, compramos también libros electrónicos para nuestro E-reader. Repito compramos no pirateamos. No entiendo la piratería de libros, ni  en las personas lectoras, y menos aún en aquellas que no leían. Cuántos conocidos a los que han regalado un e-reader, nada más tener el aparato se convierten en piratas ávidos de libros que no eligen. ¿De verdad que lo hacen porque es injusto el precio de mercado y porque quieren que los editores recapaciten? ¿ Será cierto que llevamos el gen de la piratería en el ADN vasco, y o español?

Uno de mis conocidos  me asegura que soy de las poca personas que compra libros electrónicos. En Amazon, se compra rápido, de forma muy fácil, y más barato que el libro en papel. ¿Para qué voy a perder el tiempo pirateando?.

«El Apocalipsis de las librerías no lo traerá la edición digital», sino su obstinación por vender libros de alta rotación, que se desplazan a las grandes cadenas. Competir en ese terreno es absurdo.

«Sobre el precio de los libros hay discusiones». Algunos destacan que el margen del 30% es insuficiente para mantener la vida de la librería en la que los gastos de mantenimiento suben.  ¿Debería fijar el librero el precio? ¿Bajando el precio se solucionará? El mercado sigue estancado, no hay nuevos compradores y con la crisis se compra menos. ¿Para cuando un debate serio entre los editores, libreros? ¿es acertado que todo el mundo opinemos sin conocer en profundidad el negocio?

En San Sebastián acaban de cerrar una librería especializada en cine «Metrópolis». Si me remonto a mi juventud puedo decir que he visto morir varias «La librería Baroja en la Parte Vieja , la Internacional en la calle Churruca, la librería Ramos rebautizada como Elkar … He visto nacer la gran cadena FNAC en el antiguo mercado de San Martín.

El sector del libro  tiene que reflexionar para ver como va a sobrevivir en la era digital. Ya nada va a ser como era. La librería lo tiene muy complicado, pero puede encontrar espacios de supervivencia, siempre que haga una reflexión acelerada sobre su papel y su rol.

Yo no pretendo dar lecciones de supervivencia a los libreros, bastante tenemos las bibliotecas con nuestro propio futuro. Me gustan muchísimo las librerías, disfruto en las ciudades como Paris, el barrio latino, llenas de librerías. En Nueva York disfruté  en Barnes&Noble, puedes tomar café, comprar libros, papelería, el espacio era agradable, te descargan los libros electrónicos en tu aparato, en vez de hacerlo en casa…Lo mismo en Londres en la librería Foyles

Barcelona propuso, no se si sigue adelante la iniciativa, poner librerías en las bibliotecas, igual que hay una cafetería, para apoyar al sector. No tengo «la solución» pero si creo que así como hemos trabajado conjuntamente hasta ahora con el gremio de libreros, deberíamos de hacerlo en un futuro también. Libreros y bibliotecarios recomendamos libros, creo que lo hemos hecho bien hasta ahora y espero que lo sigamos haciendo. No me gustaría vivir en una ciudad sin librerías.

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