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Sep / 2013

María Moliner bibliotecaria. Mujeres bibliotecarias

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Dos ideas me rondan la cabeza para este post de septiembre. La primera recordar a mujeres célebres bibliotecarias como María Moliner y la otra el estudio sobre el estatus de la mujer bibliotecaria realizado por Katharine Phenix para la ALA (Asociación de bibliotecarios americanos)

Mujeres célebres bibliotecarias

No es fácil encontrar en las obras de referencia,  mujeres importantes por ser bibliotecarias y en mi blog quiero hacer un hueco a esas profesionales. Siendo una profesión de mujeres, ha sido dominada por los hombres y en los puestos importantes sólo en los últimos años, a partir de 1970 vemos algunas.

Durante la II. República hay un movimiento cultural progresista de muchas bibliotecarias que se ve truncado por la Guerrra civil

Como ejemplo cercano, la biblioteca municipal de San Sebastián, fundada en 1874 y hay que esperar a 1972 para encontrar a la primera directora Eulalia San Agustín Barraca, que era del famoso Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y arqueólogos. Le precedieron siete directores hombres.

Conocemos a María Moliner principalmente por la redacción del «Diccionario de uso del español» pero para el gran público su labor como bibliotecaria es desconocida.  Es verdad que el diccionario es la labor de su vida, ya que durante quince años redactó miles de fichas y fue capaz sin las nuevas tecnologías de escribir ella sola el diccionario que lleva su nombre.

Pero tan relevante o más es su labor como bibliotecaria. María fue artífice importante en la creación de las bibliotecas populares, municipales y rurales  durante la Segunda República.  Participó en el II Congreso Internacional de Bibliotecas y Bibliología en el año 1935 con una ponencia sobre «Bibliotecas rurales y redes de bibliotecas en España«.

En Valencia deseaba establecer una  Escuela de bibliotecarios. Tenía una fe ciega en la eficacia de la creación de bibliotecas rurales para hacer llegar la lectura y la cultura.  En esa época un 40% de la población española era analfabeta. Nos dejó una memoria sobre las Bibliotecas en las Misiones Pedagógicas. Viajó a las aldeas para conocer la realidad.  Alabó y quiso trasladar la experiencia de Cataluña al resto de las regiones.
Incluso en plena Guerra Civil en 1936 la tarea de bibliotecaria continuó con muchas dificultades. Escribió las «Instrucciones para el servicio de pequeñas bibliotecas» plasmando en ese documento toda la experiencia adquirida.

La Guerra civil trunca todo este incipiente desarrollo. Los años de la posquerra son años de silencio, después del trabajo en la Biblioteca de la escuela de Ingenieros de Madrid, María se refugia en la redacción del famoso diccionario.
Los homenajes llegan tarde. La exposición denominada «Biblioteca en guerra» organizada por la Biblioteca Nacional en el año 2005 si ensalza la labor realizada por María Moliner.

Para conocer la faceta bibliotecaria y la vida de María Moliner al detalle que mejor que leer el  libro «Vida y obra  de María Moliner» escrito por Asunción Pilar Rubio López.  El espíritu que mueve su vocación por las bibliotecas nos sirve en la actualidad, no está obsoleto.

Estatus de las mujeres bibliotecarias

La profesión bibliotecaria no tiene un estatus importante, entendiendo estatus como consideración en la sociedad y como profesión bien pagada. Es una profesión de mujeres. Precisamente el que sea una profesión femenina conlleva una menor valoración económica, un menor sueldo si se compara con otras profesiones relacionadas con la cultura, y con el patrimonio por ejemplo los museos.

Para afirmar esto me baso en mi experiencia, no avalo con datos estadísticos pero en Estados Unidos, Katharine Phenix  si lo afirmó en 1985 en Seattle dónde presentó su estudio de más de 2.000 referencias bibliográficas de recopilación del trabajo de las mujeres en las bibliotecas. El título «The Status of women Libraries»

Katharine afirma : «En el censo de Estados Unidos en 1980 había 136.000 bibliotecarios y de ellos el 84, 6 % eran mujeres. En la ALA (Asociación de bibliotecarios americanos) hay 40.000 miembros de los cuales el 78, 3% son mujeres. Hoy en día es un profesión de mujeres sin embargo hace 100 años no era así. Las mujeres llegaron a la profesión porque somos baratas y disponibles»

En cuanto al salario dice» En las bibliotecas universitarias las mujeres ganan $14, 850 dólares y los hombres $ 20, 520 dólares. En las bibliotecas públicas las mujeres ganan $14.236 dólares y los hombres $19, 319.  Las diferencias se mantienen en toda clase de bibliotecas.»

Yo no diría que esto ocurre en mi entorno, en la actualidad. Es decir un director de biblioteca hombre o mujer gana igual. Pero si me atrevo a afirmar que la directora de biblioteca por ser bibliotecaria gana menos que un director de museo, o un director de teatro, o un director de un Palacio de Congresos. Siempre comparando dentro del ámbito de la cultura, la profesión bibliotecaria tiene un salario menor. ¿Quién se atreve a afirmar que la razón no es porque es una profesión de mujeres?

Quiero por lo tanto recordar a las mujeres bibliotecarias. Hacerles un hueco. Hoy María Moliner, pero habrá otras. Rendirles un pequeño homenaje.

Nieves González  en youtube siempre pregunta ¿Por qué soy bibliotecaria?