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Ene / 2016

Mujeres, libros, lectura y libertad

Autor:

Emakumeak eta liburuak

Escritora Amel Chaouati en el homenaje a Assia DjebarStefan Bollmann ha explorado la relación de las mujeres con los libros, la lectura y la escritura en tres obras:

“Las mujeres que leen son peligrosas” (2007), “Las mujeres que escriben también son peligrosas” (2006) y “Mujeres y libros : una pasión con consecuencias”(2015)

Hoy en día los libros están al alcance de todas las mujeres.  Los llevamos en el bolso, bien en papel, bien en un e-reader o en una tablet. Los encontramos en las bibliotecas, en las librerías, en los grandes almacenes. Los descargamos de la plataforma de préstamo de e-books e-liburutegia etc.. Los rompemos, los perdemos, los tiramos, los olvidamos. Es decir la mujer que no lee es porque no le interesa o no le gusta.

Hay mujeres que sólo leen los bestsellers. Las que devoran libros de novela romántica, las que leen para su profesión, o para dormir, las que leen ensayo, las que leen guías de viajes o libros de autoayuda y o filosofía…  Pero, ¿Qué pasaba en los siglos  XVIII, XIX e incluso a principios del siglo XX? ¿Qué es eso de la fanficción ¿Qué supone “Cincuenta sombras de Grey” en la relación entre mujeres y los libros?

Los libros de Stefan Bollmann son interesantes porque nos hacen ver cuánto ha evolucionado la relación entre el libro y la mujer. Cuando la mujer empieza a leer en los siglos pasados tenía que luchar contra la familia. La lectura era entonces una forma de rebeldía, una forma de escapar a los convencionalismos, al rol de la mujer casada o soltera. La lectura implicaba independencia. Algunas mujeres lectoras se convertían en escritoras. Decidían no casarse. La lectura era evasión, era un momento de  libertad. La lectura era una forma de conocimiento. Los hombres se preocupaban si una mujer leía mucho. La joven burguesa leía en silencio. La mujer de mundo quería una lectora que leyera en voz alta y con la que tratar de lo leído. Había mucho analfabetismo.

Caroline Schlegel-Schelling del siglo XVIII, lectora voraz y mujer en busca del estado de vida idóneo; Mary Wollstonecraft que escribió la “Vindicación de los derechos de la mujer,” y fue crítica literaria; Jane Austen ya famosa por la adaptación de sus novelas al cine ;  Virginia Woolf  lectora, escritora, ensayista;  Mary Shelley la autora de Frankestein  ehija de Mary Wollstonecraft;  las heroínas de algunos libros como Emma Bovary ; las lectoras profesionales como Eugenie John nacida en Turingia en 1826 ; Marilyn Monroe utilizó la lectura para combatir la imagen de actriz tonta, no se acobardó ni ante la lectura del «Ulises» de Joyce, le gustaba que la fotografiaran leyendo;  Susan Sontag leía desde pequeña “Libros de verdad” no libros adaptados para las niñas, para ella leer era inventarse etc. son algunas de las mujeres analizadas por el autor en el libro “Mujeres y libros : una pasión con consecuencias”

Hay dos capítulos que quiero resaltar de este libro : el capítulo dedicado a la fanficción que es el capítulo 15 y el capítulo dedicado a “Cincuenta sombras de Grey” capítulo 16.

¿Qué es fanficción?

En un libro lleno de mujeres que leen no podía faltar la referencia a la oportunidad que tienen las lectoras,  en la era de Internet. Una vez terminado un libro puedan continuarlo y  los héroes y heroínas puedan seguir viviendo. Estamos hablando de fanficción.
En nuestros días la fanficcion es un género literario propio, de proporciones gigantescas y alcance universal. Se calcula que constituye más de una tercera parte de los contenidos de libros de la red. Surge en el año 1960 más o menos.

La fanficción está dominada por mujeres jóvenes. El universo literario es amplísimo, abarca todo tipo de historias.

La fanficción es sinónimo de ampliación de los derechos de las lectoras. Se ensancha la línea de la libertad que se inicia en el siglo XVIII. Es sinónimo de recuperación y de reconquista de los medios audiovisuales, es sinónimo de que los distintos medios cine, juegos de ordenador, series de televisión son cada vez más permeables entre ellos y por último es la prueba de un cambio enorme en el mundo literario. Si antes el autor era creador Dios, hoy en día el foco se centra en los lectores. Antes en la historia de la literatura estudiábamos los autores y sus obras., hoy en día se tiene en cuenta también a los lectores.

¿ Cincuenta sombras de Grey es una lectura transgresora?

Si a lo largo del libro «Mujeres y libros», hemos visto ejemplos sobre lecturas que daban libertad a las mujeres, que esas mujeres que leían y escribían huían de los roles que les atribuía la sociedad, entonces ¿cómo entender el éxito de un libro escrito por una mujer Erika Leonard, madre de dos hijos y guionista de televisión, y que reconoce que el libro no tiene ninguna ambición literaria? Es de verdad ¿Cincuenta sombras de Grey  una lectura trangresora,” como  apunta en su análisis Bollman?

El feminismo de los años 70 y el feminismo de las jóvenes como Meredith Haaf, Susanne Kingner y Barbara Streidl no es igual. Ellas escribieron: “Nuestra sexualidad la escribimos nosotras,  ni los directores de cine porno de la industria, ni tampoco feministas que nos dicen cómo sentimos placer y qué nos rebaja».» Para ellas el resultado es que debería haber más y mejor porno con el que las mujeres pudieran ampliar su repertorio sexual”»
De la primera generación feminista Alice Schwarzer afirma categórica: “ La difusión del masoquismo femenino por parte de los hombres es un ataque; por parte de las mujeres, una colaboración con el enemigo”

Literatura erótica, pornográfica ha habido siempre. Escrita por hombres como Georges Bataille, Marqués de Sade, Henry Miller.. y por mujeres como Anaïs Nin, Pauline Réage, Catherine  Millet llet por citar algunas. En cincuenta sombras de Grey, es el personaje de Anastasia Steele el que me subleva por su idiotez.

Como creo en  la libertad que da la lectura, y sobre todo me gusta leer, termino recordando los derechos  del lector y de la lectora de Daniel Pennac

1. El derecho a no leer
2. El derecho a saltarse páginas
3. El derecho a no leer un libro hasta el final
4. El derecho a releer
5. El derecho a leer cualquier cosa
6. El derecho al bovarismo (la enfermedad de confundir lectura y vida)
7. El derecho a leer en todas partes
8. El derecho a leer cosas entretenidas
9. El derecho a leer en voz alta

Por supuesto existe también un último derecho, el derecho al silencio, nadie está obligado a decir qué lee, ni porqué.

Postdata. La segunda fotografía del post es del homenaje a la escritora argelina, Assia Djebar. El pasado 18 de diciembre y con la presencia de otra gran escritora argelina Amel Chaouati, debatimos sobre la situación de las mujeres. La charla tuvo lugar en la biblioteca del museo de San Telmo. Assia Djebar, escribió sobre la condición de las mujeres argelinas y terminar este post sobre la lectura, las mujeres y la libertad con un recuerdo a esta gran escritora tan poco conocida en nuestro país, me ha parecido hacerle un poco de justicia.