24

Nov / 2017

Ni recetas mágicas, ni novelas perfectas

Autor:

Sus trayectorias literarias no tienen demasiado en común, a pesar de haber alcanzado el éxito en cuanto a premios y lectores. De generaciones diferentes, los escritores David Foenkinos y John Banville han ofrecido sus visiones respecto a la novela en la recta final del festival Literaktum, mostrando humor e ironía en sus charlas.

Ni existe una receta mágica para conseguir que tu novela se convierta en best-seller ni existe la novela perfecta. Lo dejaron claro ambos escritores. Mientras tanto, siguen escribiendo, intentando ser originales, y deleitando a lectores y lectoras de todo el mundo.

Conseguir que tu novela sea exitosa es algo imprevisible según afirmó Foenkinos, ya que él mismo escribió varios manuscritos antes de alcanzar el éxito con La delicadeza. Recordó el ejemplo conocido de John Kennedy Toole, cuya gran novela La conjura de los necios fue rechazada una y otra vez por editoriales y consiguió el éxito a los años, tras haberse suicidado el autor. Por ello, intenta ser original y no utilizar siempre las mismas estructuras. “Mi relación con la literatura es humana, no mecánica”, subrayó; “no me interesa repetir ideas, sino explorar nuevas vías”. Así, consideró que su literatura es extremadamente viva y todos sus libros llevan una parte de sí mismo.

Vivo, positivo, feliz. Intenta transmitir su positivismo y felicidad en el día a día, tanto escribiendo como en su vida cotidiana con su familia. Se considera un trabajador incansable y escribe haya donde esté. Rompe así la clásica imagen del escritor que necesita concentración en un espacio, frente al ordenador, afirmando que adora escribir mientras viaja en tren.

Menos contenido que Foenkinos, John Banville demostró desde el minuto uno que no se arredra ante ningún tema o pregunta, y opinó de temas tan diversos como la iglesia católica, el brexit o los traumas de la infancia, con ingenio y humor. Como escritor, a sus 71 años, considera que sigue practicando con la escritura, ya que es imposible conseguir ni la perfección ni la novela perfecta.

El desdoblamiento con respecto a Benjamin Black, el seudónimo utilizado para publicar su novela negra, es un tema recurrente en sus charlas y entrevistas. El escritor irlandés afirmó que adora la simetría y considera que las personas tenemos múltiples personalidades y nos reinventamos continuamente. Llamó la atención la manera de dirigirse a sí mismo, a John Banville y Benjamin Black a la vez, como escritores que nada tienen que ver con él, como si no fueran creación suya. “Admiro la falta de pretenciosidad de Benjamin Black, pero a Banville no le interesa para nada. Él quiere hacer poesía”. Disfruta con esas dos vertientes de su escritura, esas mano izquierda y derecha, que le permiten optar por diferentes estructuras y estilos de escribir.

La prosa más ligera que muestra en sus novelas negras no esconden el poeta que lleva dentro. Considera la vida como un “absoluto misterio” del cual no llega a acostumbrarse. La lluvia que cae, las nubes esponjosas que se mueven de aquí para allí, los colores del otoño irlandés… son pequeños placeres de los que disfruta día a día.

Dos escritores que disfrutan de su trabajo. De su escritura. “La literatura cambia la vida de las personas”, afirma Foenkinos. “Si todas las novelas fueran artísticas, la novela se habría muerto”, palabras de Banville. Un placer.

David Foenkinos & John Banville