29

Nov / 2018

La literatura no tiene fin

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En la edición del año pasado Literaktum dio un salto como festival: cambió sus fechas de mayo a noviembre, amplió su red de colaboradores y sumó nuevas secciones a su programa. Este Literaktum 18 ha sido la consolidación de ese salto. Más de 3.000 personas han asistido a las casi 30 actividades que han contado con más de 50 invitados e invitadas y que se han repartido por toda la ciudad durante once días.

Definitivamente, la literatura tiene en Literaktum su gran cita donostiarra. Un festival que sigue creciendo en cada edición. Y lo hace porque hay un público numeroso con ganas de escuchar a los escritores y escritoras hablar de sus obras y abordar cuestiones relevantes de nuestro tiempo. Vivimos, como sociedad y como individuos, un momento de transformación, de retos, de desafíos, y la palabra creativa y el discurso crítico pueden ayudarnos a trazar un mapa con el que orientarnos, con el que entender mejor el mundo.

Prueba de ello son las sesiones abarrotadas para asistir a los coloquios entre Nacho Carretero y David Trueba, entre Slavenka Drakulić y Luisa Etxenike, entre Manuel Vilas y Juan José Millás, entre Danele Sarriugarte y Fernando Broncano o entre Iban Zaldua y Ramon Saizarbitoria. Todos y todas han partido de la literatura para hablar de algunos de los debates clave del presente, como hicieron también los invitados a los micro-debates Pentsatu!, organizados en colaboración con la Facultad de Filosofía de la UPV.

Pero la literatura tiene muchos caminos. Algunos nos llevan al debate y la reflexión, y otros nos invitan a descubrir o conocer mejor una obra o un autor o autora. Ha habido en Literaktum 18 grandes momentos literarios. Laura Restrepo hizo una emocionante reivindicación de la literatura como acto de fe en el ser humano; Katixa Agirre nos puso ante Amek ez dute, una historia que se asoma a las aristas de la maternidad, y Harkaitz Cano reflexionó, al hilo de Fakirraren ahotsa, sobre los mecanismos de la creación y sobre el modo en que la literatura puede alimentarse de la historia o el testimonio.

En Literaktum la palabra amplificada, escenificada, tiene siempre un importante protagonismo. Tres piezas de gran calidad pusieron de relieve esta apuesta que hace el festival por los formatos que ponen en diálogo la literatura con otros lenguajes. Xabier Erkizia y Arantxa Iturbe crearon a partir del archivo sonoro Idazlezainak del Servicio de Bibliotecas de Donostia Kultura la obra Afoniak, una pieza a medio camino entre la radio y el arte sonoro que bucea en conceptos como la voz, la autoría o la comunicación literaria.

Amor oscuro [Sonetos], de la compañía Viridiana, puso lo mejor del lenguaje escénico, la desnudez del actor y la palabra, al servicio de una de las cimas de la poesía amorosa del siglo XX, los Sonetos del amor oscuro de Federico García Lorca. El público, situado en el mismo escenario que el actor (un Javier García Ortega todoterreno y en estado de gracia), guardará seguro este momento en su memoria.

Un paseo por la literatura vasca clásica, juguetón y lleno de humor, es lo que nos propuso Bernardo Atxaga en Martuteneko kartzelan. Acompañado por el actor Joxe Kruz Gurrutxaga, Atxaga convierte una conferencia que impartió hace años en la cárcel de Martutene, en una deliciosa lectura dramatizada que, entre sonrisas y textos clásicos, nos recuerda que la literatura es quizá, antes que nada, un juego, pero un juego que nos conecta con los demás y con el mundo; un espacio de libertad en el que reunirnos y reconocernos.

Y ha habido más, mucho más: autores jóvenes que nos hablan de la literatura que viene, exposiciones, cenas literarias, paseos, actividades infantiles… Maneras de fingir que abarcamos durante unos días lo que en realidad no tiene fin: la literatura. Hasta el año que viene.

05

Nov / 2018

Cuando la vida duele

Autor:

La literatura y el mundo viven en permanente transformación y Literaktum quiere trazar caminos en ese territorio cambiante. Y lo hace guiado por la convicción de que la literatura está siempre en diálogo: con otros lenguajes y disciplinas artísticas y con los debates de su tiempo.

El tema central de Literaktum 18 es un rasgo esencial de la condición humana que está muy presente en la cultura y la experiencia contemporáneas: el dolor. De la pérdida al conflicto social, de la soledad a la violencia, constataremos la capacidad de la literatura para dar forma a las experiencias dolorosas. Pero al mismo tiempo comprobaremos también su poder catártico y liberador al narrarnos esas experiencias. La literatura dibuja nuestro laberinto, pero es también el hilo que nos orienta en él.

Otro de los ejes de esta edición será la literatura que viene, la escrita por autoras y autores menores de 30 años. Una mesa redonda reunirá a algunas de las voces más interesantes de la nueva literatura en euskera. Y para completar esta perspectiva, otro coloquio analizará la manera en que los y las jóvenes se acercan a la lectura.

En la sección Literaktum presenta tendremos la oportunidad de hablar en primicia con tres de los autores vascos más importantes acerca de sus recién publicados libros: Harkaitz Cano, Katixa Agirre e Iban Zaldua presentarán sus nuevas obras al público de Literaktum.

Un festival es una cierta foto del presente, pero en ese ahora siempre hay sitio para los clásicos. Porque, ¿qué otra cosa es un clásico sino un contemporáneo permanente? Literaktum 18 se acercará a Anna Karenina con una cena literaria; a Baroja con un paseo dramatizado; a García Lorca a través de una adaptación teatral de sus Sonetos del amor oscuro, y a Roberto Bolaño por medio de una viaje literario y visual por los desiertos de Sonora.

La literatura también será la puerta de entrada a algunos de los debates más importantes de la sociedad contemporánea: las nuevas amenazas para la libertad creativa, la escritura como forma de resistencia al poder o los procesos por los que se generan los discursos culturales dominantes.

Cine, música, exposiciones y creación sonora, sin olvidar el programa de actividades infantiles Literaktum Txikia, completan una propuesta diseñada en colaboración con una amplia red de instituciones y agentes culturales unidos por un objetivo común: una fiesta de la literatura que se despliega por toda la ciudad y en la que todos y todas pueden encontrar su libro, su autor o su actividad.

Literaktum 2018

14

Nov / 2017

Literatura e Historia

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Desde Heródoto, la historia nace en realidad como una disciplina narrativa. Esta condición de relato de los hechos sucedidos se ve claramente, por ejemplo, en la primera acepción del DRAE para el término historia: “Narración y exposición de los acontecimientos pasados y dignos de memoria, sean públicos o privados”.

Literatura e historia comparten su condición narrativa, lo que crea vínculos entre ellas. Ambas construyen relatos y ambas emplean mecanismos literarios. Y también se influyen mutuamente. La historia es una materia esencial para la literatura (basta recordar, por ejemplo, que no pocas de las obras de Shakespeare se inspiran en crónicas). Pero la literatura también interviene en el discurso de la historia. Y no solamente como documento, como fuente (pensemos en La comedia humana de Balzac). La literatura influye en nuestra percepción de lo que hemos sido y de lo que somos. Construye nuestro imaginario e influye en la manera en que nos contamos a nosotros mismos la historia.

La novela es el gran género de nuestro tiempo, el gran artefacto narrativo de la modernidad, y por eso mismo es seguramente en la novela donde las relaciones entre literatura e historia son más complejas y fecundas. En Literaktum 17 hemos querido abordar estas conexiones en el ciclo “Novela e historia”, en el que participarán cuatro importantes novelistas en cuya obra el horizonte de la historia es especialmente relevante.

Almudena Grandes abrirá esta edición de Literaktum hablando de su nueva novela, Los pacientes del doctor García, cuarta entrega de un ambicioso proyecto literario, Episodios de una guerra interminable, en el que Grandes explora las posibilidades literarias de varios momentos de la historia del siglo XX. En su última novela, el relato se sitúa en el franquismo y en los primeros años de la II Guerra Mundial, mostrándonos con su habitual pulso narrativo una historia basada en personajes reales.

Uxue Alberdi acaba de publicar Janisjoplin, una novela que retrata, a través de su protagonista, Nagore Vargas, casi treinta años de la historia de Euskadi, desde 1982 a 2010. El conflicto vasco, las drogas, la liberación sexual de las mujeres, la música… Décadas de cambio acelerado como trasfondo de una Bildunsgroman llena de fuerza en la que la memoria configura el relato de lo sucedido.

El ciclo “Novela e historia” lo cerrarán Ignacio Martínez de Pisón y Bernardo Atxaga. Bajo el título de “Los relatos de la Transición”, y a partir de la última novela de Pisón, Derecho natural, ambos escritores repasarán la importancia de las relaciones entre literatura e historia en su obra, con especial atención al final de los 70 y a la década de los 80, una época que actualmente parece vivir una relectura profunda.

La Comédie Humaine [Honoré de Balzac]