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Aza / 2012

El otro cine mudo

Autorea: Liburu dantza

Ahora que está tan de moda homenajear al mudo con ejercicios como los de The Artist y Blancanieves, o recordar las virtudes de los clásicos silentes del ayer, quiero llamar la atención con estas líneas sobre otra forma de cine que se mueve, por desgracia, en los márgenes. Se trata de las películas realizadas o exhibidas pensando en las personas no oyentes, y a veces también creadas por ellas mismas.
A principios de este mes de noviembre se celebró en Tolosa la tercera edición del Festival Internacional de Cine en Lengua de Signos, promovido por la asociación de personas sordas de Tolosaldea-Goierri Gainditzen . Varias actividades culturales, no solo proyecciones, y, sobre todo, un día completo con casi una veintena de nuevos cortometrajes llegados de toda Europa. Fue una sorpresa agradable para mi ver el Cine Leidor casi a rebosar de un público volcado. Espectadores que en su mayoría se comunicaban con los abrazos, las miradas, y la expresiva lengua de signos, en un silencioso batiburrillo de conversaciones a la entrada del cine y luego en la propia sala.
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Hay que decir, ante todo, que nada más lejos de las intenciones de este festival que crear un ghetto exclusivo para estos espectadores. Gainditzen se preocupa muy mucho de proyectar estas especiales películas de forma que el público oyente también pueda comprenderlas perfectamente, por medio de traducción simultánea en la sala, subtítulos o intérpretes en vivo. Algo que, por desgracia, no sucede a menudo a la inversa. Pese al auge del dvd y de la tdt que cada vez posibilita mejor que los no oyentes puedan comprender gran parte de las películas hoy en día, las salas comerciales, los festivales…no prestamos toda la atención precisa a este colectivo. A menudo es por las dichosas razones económico-técnicas, y porque el cine accesible en este pais todavía no está lo suficientemente desarrollado (aunque se van extendiendo iniciativas como ésta).
Eso no nos excusa y debemos ir dando todos los pasos posibles según el momento para superar barreras. Un buen estímulo es acudir a un festival como el tolosarra. Como espectador algo analítico , el visionado de estos cortos me ha abierto los ojos sobre ese mundo paralelo de expresión cinematográfica que constituyen estos trabajos. Sean sus medios de producción más profesionales o más amateurs, plantean retos de puesta en escena que en algunos casos enlazan con la primitiva historia del séptimo arte, cuando el sonido no existía, y en otros añaden elementos nuevos a la ecuación.
De este modo, nos podemos encontrar cortometrajes sin sonido, donde los actores se expresan en lengua de signos, pero cuyos personajes en la ficción actúan como oyentes. Incluso, la situación llega a ser surrealista cuando se encuentran con un personaje sordomudo. En este caso, la lógica narrativa se desbarata.. Más hábiles y equilibrados resultan algunos que explotan el potencial de las imágenes para contar, y para poner en el plano la lengua de signos, que se convierte en un elemento más de la interpretación. A veces se incluye música o efectos de sonido, aunque pueda ser más una deferencia hacia el espectador oyente, para que no le resulte tan extraño. Según los casos, los subtítulos que traducen la lengua de signos también son prácticos como apoyo.
Les invito pues a que, con ejemplos como el vídeo incluido, que los hay rastreando por internet, se adentren en este mundo que también sirve para estimular la capacidad de los creadores de imágenes.

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