Pero ¿qué papel jugaron las mujeres en esta generación beat?¿Meras amantes o acompañantes?¿El descanso del guerrero creador?
Ya Gregory Corso, en una conferencia en 1994, pone las cosas en su sitio: Sí las hubo, y fueron tan creadoras, trasgresoras y únicas como la propia sociedad las dejó ser.
En aquellos tiempos un hombre podía salirse de la norma y se le -más o menos- permitía, una mujer podía acabar desequilibrada por la presión -se dieron casos de suicidio- o ingresadas en psiquiátricos.
Así las cosas, Annalisa Marí Pegrum nos regala con una selección de poemas en inglés -con su traducción en castellano- de un abanico de mujeres poetas beat, realizando una breve biografía de cada una de ellas.
Leyéndolas, se le encoge a uno el corazón: muchos esfuerzos -manifestantes contra la guerra del Vietnam, participación en eventos contraculturales, educadoras de minorías…..- y en algunos casos grandes precios a pagar -suicidio, ingreso en psiquiátrico, asesinada por su propio marido….-.
Eran tiempos duros -guerra del Vietnam, lucha de las minorías étnicas, un feminismo cada vez más pujante…- para que estas mujeres abrazaran la bandera del lesbianismo, la igualdad, la lucha contra el racismo…. y aún y todo lo hicieron y muchas de ellas lo siguen haciendo -Anne Waldman o Hettie Jones por ejemplo-.
Pegrum nos hace una selección tan variada como cada una de las integrantes del grupo que, llegadas de diferentes ámbitos -desde el convento a accidentes con graves secuelas físicas- se aúnan en una especie de grito a favor de una libertad que estaba lejos de ser cercana.
La publicación de sus obras en su tiempo fue cercenada o directamente prohibida por sus referencias al mundo de las drogas, a la libertad sexual….y es ahora cuando recuperamos gran parte de ellas.
Elise Cowen, Joanne Kyger, Lenore Kandel, Diane di Prima, Denise Levertov, Ruth Weiss, Janine Pommy Vega, Hettie Jones, Anne Waldman y Marie Norbert Körte, son las escritoras estudiadas por Pegrum. Con ellas se pone de manifiesto sin lugar a dudas la existencia de “beats” mujeres en igualdad de creatividad y en antecedentes inequívocos del feminismo actual.
Sirva como ejemplo este poema de Hettie Jones (1934-) :
“Siempre he sido a la vez
tan mujer como para derramar lágrimas de emoción
y tan hombre
como para conducir mi coche en cualquier dirección”