Miguel Sánchez Ostiz
El escarmiento
Pamiela, 2013
510 páginas, 25 €
ISBN 97884676817735
Nos encontramos ante un libro como mínimo peculiar: no es una novela al uso, ni tampoco una recreación histórica, ni un ensayo sobre el terror en la Navarra de la retaguardia en la Guerra Civil… porque es todo ello y mucho más: el intento de hacernos sentir el horror vivido en Pamplona y alrededores con la llegada del general Mola y sus tropas basándose en textos históricos, aportaciones de lugareños, recuerdos del autor y conocidos suyos.. de la mano de un personaje imaginario en cuyas manos caen una serie de diarios pertenecientes al propio general.
Un trabajo ímprobo (510 pags.) que muestra una vez más la crueldad de la represión en un territorio que no era de guerra: Navarra era ya terreno conquistado, era la retaguardia y lo que aquí se puso en acción fue toda una maquinaria de aniquilamiento del contrario, de forma sistemática, estudiada y letal.
Una simple denuncia era suficiente, y ni ello era necesario si eras o habías sido abiertamente republicano, socialista o de ideas izquierdistas. El nacionalismo o vasquismo tampoco estaba bien visto y qué decir tienen la homosexualidad o las tendencias llamadas relajadas.
Los coches de la muerte, las sacas, historias tan terribles como la del fuerte de San Cristóbal, los cadáveres despeñados por las simas… Todas ellas tapadas, silenciadas, ellas también en pequeñas fosas… Uno no debía indisponerse, molestar, .. había que contemporizar con los verdugos.
La lectura es realmente sobrecogedora y en ella aparecen retratados elementos del régimen y sus satélites, toda su maquinaria de propaganda y su poder.
Sirva como ejemplo señalar la aparición de pequeños anuncios de “Ondoibil (capsulas) evita y cura el mareo que es tan molesto en los viajes” (sic), que aparecían en el Diario de Navarra con gran profusión.
Era una cacería y ella es descrita con gran cantidad de detalles por el autor.
Sanchez-Ostiz, pamplonés de pro, recoge en esta obra todo el cainísmo de una sociedad que él presenta como con un gran déficit democrático. De hecho a lo largo de la misma se hace referencia a las fosas, a las búsquedas, al dolor de familias enteras que tuvieron que huir o fueron desterradas, a las mujeres que vieron aniquilada toda su dignidad (destaca el terrible caso de Maravillas Lamberto), … un cainísmo y una hipocresía que no se han superado y que vemos difícil se logre en esta generación.
Cuando uno aún se codea con el hijo o el nieto del falange o el carlista de turno no caben sonrisas, pero aún se les debe rendir cierta pleitesía porque son alguien de mucho peso en la sociedad pamplonesa.
Recomendaría esta lectura a aquellos que piensan que no tiene mucho interés darle más vueltas a la historia esa de las fosas, que es mejor pasar página o que no fue para tanto.
Recordarle que los acá citados no son personajes de ficción sino seres humanos, tanto como usted o como yo, con familia, amigos… seres al fin y al cabo.
Seres aniquilados por otros seres al ritmo de cánticos, arengas y festejos que no quedan tan lejos de nosotros.
A estas alturas se podrá convenir en que en el bando republicano también se produjeron desmanes, pero acá estamos hablando de la retaguardia y de los 40 años ¿de paz? que marcaron a dos generaciones.
Se nos dice que en todo caso habría que reconocer y homenajear a todos… recordarles que esos 40 años de ninguneo e ignominia para unos fueron de duelo real y laureado para los vencedores, la muerte no los ha igualado.