El informe de Brodeck, Philippe Claudel
Salamandra, 2014
280 páginas, 17 €, e-book 6,64 €
ISBN 9788498381863
La lectura de esta gran novela me ha traído a la memoria una también muy buena película –Conspiracion de Silencio de John Sturges (1955)- protagonizada por Spencer Tracy.
En ambas un extranjero llega a un pueblo remoto, cerrado, marcado por una guerra. En ambas la población ha sufrido y ha tenido que hacer frente a situaciones comprometidas. En ambas esta llegada hace aflorar hechos que no deben saberse, ni nombrarse, hechos que afectan a todos y cada uno de sus habitantes.
Nuestro Brodeck regresa de un campo de concentración y no es ni por asomo el fornido aunque manco Spencer Tracy. Brodeck es una figura desdibujada, no sabe siquiera como ha podido retornar … su entrega por parte de la gente del pueblo, el abarrotado tren, el campo, Brodeck el hombre perro, Brodeck el hombre mierda …vuelve a casa.
Pero hay otro viajero, un visitante, alguien ajeno, el Anderer, el extranjero.
Nadie sabe nada de él, es diferente y oye y escucha… y anota, como Spencer Tracy, y como éste, se convierte en el enemigo a neutralizar..
Phillipe Claudel realiza un minucioso trabajo de encaje: Brodeck el superviviente y sus horribles vivencias, se convertirá en escribano de todo lo ocurrido a petición de los notables del pueblo. Él será el catalizador de los recuerdos, odios y silencios de los vecinos. Él conocerá y confiará sus cuitas al Anderer, que se nos presenta como un elemento perturbador que temen revuelva las cosas ahora que la guerra ha terminado.
Supuestamente atemporal -en ningún caso el autor trata de despistarnos realmente- asistimos a las postrimerías de la segunda guerra mundial, a hechos no por menos conocidos menos atroces.
¿Cómo le reciben sus vecinos?¿Y su querida Emeline?
¿Por qué le elijen para elaborar el informe?¿Pudo el haber evitado el desastre final?
No me voy a marcar ningún spoiler. Y aunque lo hiciera no afectaría demasiado a la narración: Claudel nos cuenta muchas cosas, utiliza un gran plantel de personajes y desgrana situaciones dramáticas.
Sin embargo no hay victimismos, ni soflamas ni arengas…nos enfrentamos a momentos excepcionales que dejan al descubierto la valía, carencias, miedos … lo que hace humano al ser humano.
Y, por eso mismo, lo revelan como capaz de lo mejor y de lo peor.
Brodeck elabora un informe paralelo. El Informe real y revelador: “La estupidez es una enfermedad que casa muy bien con el miedo” (p.251)
Para reflexionar.
Poco tengo que añadir a la magnífica reseña de Juaninger. Estamos ante una novela espléndida, con personajes bien definidos. Claudel enmarca la historia en un pueblo de provincias en el que cada vez se nos hace más difícil respirar. Sentimos la opresión del protagonista, sus miedos, sus cavilaciones, sus sospechas. Todo con un fondo existencialista que, como en El último árbol de los toraya, nos sumerge en una reflexión profunda sobre la condición y el alma humana.
Esta es una de las fantásticas historias de Claudel. Su lectura no deja nunca indiferente y llega a ser adictivo: crea una necesidad de buscar más obras suyas y estar siempre pendientes de que se publique algo nuevo.