Dicho esto, las bases de un nuevo caso de Martín Bora están servidas:
– coordenadas: 1939 la Cracovia ocupada.
– misión: detener al asesino de la madre Kazimierza, monja conocida por sus visiones proféticas.
– obstáculos: la difícil relación entre la iglesia polaca y el aparato nazi, las represalias del ejercito alemán contra la resistencia y la población civil, los propios del escalafón militar y los diferentes grados de adhesión al nazismo, el dilema moral del propio Martín…
– compañeros de viaje: el jesuita americano Malecki que ejercerá de conciencia de Bora, católico convencido; sus jefes militares –uno de ellos tambien será asesinado- ; la actriz Ewa Kowalska que no deja indiferente a nuestro recien casado capitán…
Mezclados los ingredientes el resultado es altamente recomendable: novela ágil, bien documentada (que no quiere decir “plomo”), con unos personajes muy bien dibujados y varias tramas que se entremezclan con gran habilidad. La Polonia ocupada, la actitud del Vaticano, … Bora tiene una vez más que hacer lo correcto sin enfrentarse en demasía al “sistema”, es decir hacer valer al militar de academia, católico, de arraigados principios morales e intentar no participar e incluso dinamitar al movimiento nazi.
Ben Pastor consigue con Bora un personaje de altura, al que veremos evolucionar a lo largo de una serie de novelas, en los diferentes escenarios a los que le lleva el conflicto bélico.
Es un valor en alza este Martín y merece la pena que le sigamos la pista por la convulsa realidad de la Europa de la II Guerra Mundial.
!!!Que empiece el baile¡¡¡