Mañana te toca a ti, Stefan Ahnhem
Roca Editorial, 2018
509 páginas, 20,90 €, e-book 8,99 €
ISBN 9788416700882
Suspense del bueno es lo que ofrece Stefan Ahnhem en esta su ópera prima. Multipremiado guionista de la serie Wallander, cuenta de salida con conocimiento sobrado de los entresijos de toda novela negra que se precie, de los trucos y engranajes del género. Con esta interesante premisa, veamos como se desenvuelve..
18. Son 18 los señalados por el asesino. Los 18 integrantes del curso del 82. Las 18 caras que aparecen en esa foto del anuario van a morir y no de cualquier manera… y uno de ellos es el detective Fabian Risk.
Risk regresa a su ciudad natal, Helsingborg, a su nuevo destino en la policía local, tras abandonar su puesto en Estocolmo. Su intencion es empezar una nueva vida dedicando más tiempo a su familia y poniendo tierra de por medio, apostando por un destino más tranquilo y alejado de los problemas que están afectando a su estabilidad emocional y conyugal.
Pero de eso nada monada: un asesino despiadado comienza a pasear su dedo acusador por el anuario, centrándose en los alumnos de la clase de 1982, la clase de Fabián. Su carta de presentación, las manos cortadas de su primera víctima.
Planteado así parece que estemos ante una peli para televisión del montón, pero no, Ahnhem mezcla a las mil maravillas la acción (trepidante), las sorpresas (muchas y muy efectistas), los giros (uno tiene claro quién es el malo pero…), los motivos (abusos, acoso escolar, acoso en el trabajo…) y los trucos (aparición de un diario, una supuesta amante de Fabián, corrupción policial…)… construyendo una novela llena de ritmo y manteniendo el interés hasta el final. Y hasta aquí puedo contar.
Si bien algunos personajes no están bien dibujados, e incluso el propio Risk necesitaría un poco más de solidez, queda claro que el autor consigue una buena primera entrega.
Que no llega al nivel de otros autores de la scandinavian noir -Jo Nesbo, Henning Mankell, Stieg Larsson..- está claro, pero el caballero apunta maneras. Oficio no le falta, tiene los mimbres… y sus maneras nos gustan. Vaya que sí.