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El guardián de los niños, Johan Theorin

A pesar de que se dan continuos “flashback”, que al principio pueden desconcertar, las ganas del lector de saber el por qué de los misterios de cada personaje –el propio Jan, su querida Rami, el asesino en serie Ivan Rossel, los compañeros de trabajo de Jan, los vigilantes de Santa Psico..-, porque todos y cada uno de los personajes tiene trastienda y el encaje de todas ellas es lo que el lector persigue a través de una lectura que podemos tachar como poco de turbadora.
Ello no dificulta para nada la lectura, ya que sobre todo prima la acción y la inquietante sensación de que algo tremendo va a ocurrir… cuando llevan pasando cosas terribles durante toda ella.

Dar más detalles sería destriparos la novela , pero sí os adelanto que la recta final -¿o debería decir el “bucle”final?- es realmente sorprendente.
Sólo os queda echarle una ojeada y dar vuestra opinión.

La hija del Este, Clara Usón

En la narración se entretejen diferentes relatos, diferentes visiones, diferentes vivencias, dando una idea clara de cómo y por qué, pero sin caer en tópicos o en proclamas incendiarias.
Otro rasgo a destacar es que, a pesar de mantener una postura no excesivamente partidista, la autora es muy crítica con los nacionalismos de todo tipo, y va desgranando los tiempos y los modos de “envolver” a una población en las banderas, los usos ancestrales, las reivindicaciones territoriales medievales, … encendiendo esas viejas rivalidades y odios, encontrando a los problemas internos la solución en “unirnos todos contra el enemigo, que nos quiere eliminar”. Todo ello aparece contado de forma coral, resolviendo bastante bien el andamiaje histórico (muy complejo de entender), y utilizando un estilo a veces contundente, otras poético.

Creo sinceramente que, aunque hay que hacer un ligero esfuerzo al principio para entender el “tablero del juego”, la novela lo merece con creces. No sé cómo sería Ana en realidad, pero tras tres años de trabajo Clara Usón nos la ha pintado cercana, divertida, guapa, ocurrente.. y a través del personaje y de su choque con la realidad hemos rememorado de algún modo la pérdida de nuestra propia inocencia.

Más información en la siguiente entrevista: Clara Usón: «El problema es cuando la gente pierde el miedo al miedo y estalla»

Crónicas de Jerusalén, Guy Delisle

Y es precisamente ese día a día del conflicto lo que nos hace ponernos en los zapatos del otro y estremecernos con el sufrimiento diario de sus habitantes. Hay veces que un cómic vale más que mil imágenes. Para no perdérselo.

Te gustará: si te gusta viajar.
No te gustará: si acabas de nacer o todavía no te ha salido barba.
Del mismo autor: Crónicas birmanas. Astiberri, 2008.

Una cuestion de sangre, Ian Rankin

El poder en la sombra : uno de los muertos en la escuela es el hijo del juez Jervis, un concejal corrupto quiere sacar tajada… parece que tienen más que ocultar que el propio asesino; los militares también investigan porque el «presunto» era uno de los suyos, la cúpula del DIC (los jefazos de Rebus) quiere soluciones rápidas y, de paso, cargarle el muerto, nunca mejor dicho, al propio John.

Y, como no, tenemos a las chicas: su jefa,Templer, que le cubre siempre que puede, y su compañera Siobhan, que le defiende a ultranza y es capaz de saltarse las normas por él.

El escenario, la oscura, brumosa, lluviosa y repleta de bares, Edimburgo.

¿Quién da más? Pues Ian Rankinen los libros de la serie Rebus.

A disfrutar…

 

 

The boys, Garth Ennis

El guionista norirlandés Garth Ennis, autor del imprescindible Predicador, vuelve a propinarnos una patada en pleno escroto con esta nueva serie donde da rienda suelta a toda su mala leche, que no es poca. Salvajismo y violencia a go-go, humor negro negrísimo, diálogos políticamente incorrectos a más no poder, secundarios absolutamente descacharrantes…, el burro de Ennis en estado puro.

Para ello cuenta con la colaboración de lujo del dibujante Darick Robertson, coautor junto con el guionista Warren Ellis de otro imprescindible del cómic, Transmetropolitan. Su trazo abigarrado, casi underground, compone personajes tremendamente expresivos que le van al dedillo a las hilarantes locuras de Garth Ennis (por cierto, no tan loco cuando le da la vuelta con perspicacia y fiereza a partes iguales al tema del 11-S y las armas de destrucción masiva…).