Texto: Catherine Grive
Ilustraciones: Frédérique Bertrand
Siruela, 2017
34 páginas
ISBN 978-84-17041-44-1
Los alumnos de LH2 del Colegio Arantzazuko Ama nos recomiendan el álbum ilustrado La mentira, escrito por Catherine Grive y con ilustraciones de Frédérique Bertrand. Aunque va dirigido a niñas y niños a partir de 6 años, es un libro en el que todos, incluso los adultos, nos podemos sentir identificados. Todos sabemos lo que es decir una mentira.
Una niña, un día, en una comida familiar, les dice una mentira a sus padres. No sabe por qué la dice, simplemente las palabras salen de su boca para romper el silencio y quedarse. Esta mentira se representa a través de un puntito rojo. Al principio es pequeño, casi no se ve, pero según va pasando el tiempo irá aumentando hasta ocupar todos los lugares y todos los momentos de la vida de la niña. Crece hasta el punto de convertirse en una obsesión. Siempre está ahí, si va a su cuarto, allí está, si va al cuarto de baño, sigue allí. Intenta echarlo, alejarse de él, pero el punto siempre regresa y cada vez es mayor. Incluso llega a pensar que si lo ignora desaparecerá, pero esto no sucede y el punto empieza a acompañar a la niña incluso fuera de casa. Le persigue en la calle, en el colegio y nada parece funcionar. La niña llega a plantearse si «Después de una mentira, ¿la gente deja de creerte?», o lo que es peor, «Después de una mentira, ¿la gente deja de quererte?»
La mentira es un libro muy visual, no tiene demasiado texto y se apoya muchísimo en las ilustraciones. La representación de la mentira como un punto rojo que va creciendo, según crecen los remordimientos de la niña, es un acierto, que consigue transmitir la angustia que vive la protagonista. Las autoras logran un juego perfecto entre las palabras y las imágenes. Tremendamente simbólico, sin imágenes no sería posible captar el mensaje.
Al final, como era de esperar, la burbuja roja explota, gracias a la valentía de la protagonista al enfrentarse a su mentira y decir la verdad. Los círculos rojos desaparecen dejando paso a círculos verdes, justo el color opuesto en el círculo cromático y que representa la calma.
A veces, con los niños, es complicado abordar ciertas cuestiones. No porque no las entiendan, sino porque se sienten intimidados por una situación o emoción y no saben expresarlo o canalizarlo de manera adecuada. La mentira, no solo trata los remordimientos por saber que hemos hecho algo incorrecto, sino que además, sugiere que hay que exteriorizar los sentimientos. El guardarnos las cosas que nos preocupan nos hace ver aumentada la magnitud del problema. Solo el exteriorizarlo y afrontar el momento de la verdad, por mucho que nos asusten las consecuencias, puede traernos la calma.