Limpia
Lumen, 2023
225 p.
ISBN: 978-84-264-2411-2
UN RETRATO DE LA DESIGUALDAD
«Todo está en saber quién limpiará a quién»
Albert Camus, La caída
Esta es la voz de Estela, una trabajadora del hogar que dedica prácticamente las 24 horas del día a atender todas las labores y exigencias de una familia adinerada en Chile. Es también la voz de la protagonista de la novela Limpia, la última obra de ficción de la escritora chilena AliaTrabucco Zerán. La de Estela es la voz de una mujer a la que pocas veces hemos escuchado en libros, películas, canciones e, incluso, nuestra sociedad. Por eso, tal vez, al inicio de la novela, Estela dice: «ahora dejen lo que estén haciendo y préstenme atención». Y así, hablando de tú a tú a la lectora y al lector, la protagonista nos atrapa en una historia sin escapatoria y que nos obliga a responder a sus preguntas. Y es que una de las cosas más especiales de este libro es esa primera persona que toma Estela con la que nos apela constantemente para cuestionarnos, atacarnos, a veces, y, sobre todo, incomodarnos.
Todo comienza con un anuncio: «se busca empleada, buena presencia, tiempo completo». Estela deja a su madre lejos, en el sur, para trabajar en la casa de una familia ‘perfecta’ en Santiago de Chile. Se queda allí los próximos siete años atendiendo todo tipo de labores, pero sobre todo limpiando y criando a Julia, una niña infeliz, cuya muerte conocemos desde el comienzo de la historia. Es un secreto a voces en la novela pero como en una tragedia griega, la tensión crece con cada página, con cada día que pasa en esa casa, con cada movimiento de los personajes y hasta con cada elemento: hay ratas, una perra callejera, confesiones, veneno, una pistola… «Es curioso que todos vayamos a morir, ¿no les parece? Todos, también ustedes. De eso no hay duda alguna. La respuesta es la misma, una y otra vez. Si alzan la vista y miran a su madre, a su padre, a su perro, a su gato, a su hija a su hijo, al chincol, al zorzal, a su marido, a su esposa, la respuesta es siempre la misma: sí, sí, sí. Solo hay dos preguntas sin responder: cómo y cuándo». Esas son las dos preguntas que queremos resolver desde el inicio, pero Estela tiene mucho más que contar y preguntarnos. Por eso Limpia es una historia tan adictiva porque, aunque sepamos el final, queremos respuestas. Es una metáfora de lo que sería la vida: sabemos el final, pero seguimos viviendo igual que seguimos leyendo.
Lo cierto es que además de descubrir en qué circunstancias muere la pequeña de la familia, la novela lo que de verdad cuenta es la vida de Estela. En las páginas de esta historia, entre otras cosas, la trabajadora explica sus condiciones laborales y también su relación desigual con el matrimonio, sus patrones. Estela nos obliga a mirar de frente las situaciones de violencia, precariedad y dudas que sufre a diario. No tenemos la oportunidad de mirar hacia otro lado. Su tono es directo, pero también es muy sincera. Contando su historia comparte con honestidad sus reflexiones y dudas lo que hace que la novela sea tremendamente enriquecedora. Alia Trabuco Zerán consigue con las palabras de Estela el equilibrio perfecto: nos incomoda, pero no nos molesta. Es una novela ácida, oscura por momentos, muy inteligente y, ante todo, auténtica.
Este no es el primer trabajo que podemos leer de Alia Trabuco Zerán, en 2015 publicó La resta, uno de los debuts más importantes del año según El País, que fue finalista del Man Booker International y le valió el Premio Mejor Novela Inédita del Ministerio de la Culturas de Chile. Galardón que ha vuelto a ganar con Limpia, que ya se ha traducido en trece países.
La cita para charlar sobre Limpia será el próximo martes, 30 de enero, a las 19:00 horas en la sala de actividades de la Biblioteca Central, en la calle San Jerónimo.