Tren nocturno
Anagrama, 1998
174 p.
ISBN: 84-339-0865-0
UNTREN HACIA LA OSCURIDAD
«Soy poli. Tal vez suene a una declaración poco frecuente, o a una manera poco usual de expresarlo. Pero es una forma de decirlo que tenemos. Entre nosotros nunca diríamos soy policía- hombre o mujer- o soy un detective de la policía. Así que soy poli y mi nombre es Mike Hoolihan, detective Mike Hoolihan. Y además soy una mujer.
Lo que me dispongo a ofrecer aquí es el relato del peor caso que me ha tocado resolver en toda mi carrera».
Así de contundente arranca Tren nocturno de Martin Amis. Toda una declaración de intenciones. En estas pocas líneas ya tenemos los principales ingredientes de esta novela en la que nada es lo que parece. Martin Amis utiliza todos los elementos de la novela policíaca más clásica, pero ¿es realmente así?
Mike Hoolihan tiene nombre de hombre, voz profunda y modales masculinos, pero es una mujer. Jennifer Rockwell es una niña mimada con una aparente vida idílica, pero aparece muerta. Suicidio. Caso cerrado. ¿Caso cerrado? Tiene tres disparos en la cabeza, ¿es eso posible? Es un suicidio que parece un homicidio o un homicidio que parece un suicidio. En el mundo que nos plantea Martin Amis las superficies son siempre sospechosas, la paranoia es habitual y el poder y el orgullo están en la oscuridad de todos. No se libra nadie.
Dice Mike Hoolihan que «el suicidio es un tren nocturno, un tren que te lleva velozmente a la oscuridad». Y este es el viaje que propone Martin Amis, un tren nocturno hacia la oscuridad. El caso es que Jennifer Rockwell, la muerta, es hija del jefe de Mike, tenía veintisiete años, era científica y vivía con su novio, un joven profesor de filosofía. Parecían la pareja perfecta y ella la mujer perfecta, hasta que un día decide quitarse la vida. El padre de la muerta perfecta no puede creer que su hija perfeta se haya suicidado y cree que el culpable es el novio, por eso le pide a Mike que ‘eche un segundo vistazo’ al caso. Aquí empieza ese viaje en el tren nocturno acompañando a Mike en las señales que ha ido dejando (¿intencionadamente?) Jennifer.
Este es el caso y visto así podría ser una novela policíaca al uso, pero en realidad esta es solo la excusa para ahondar en la psicología de los personajes. Pero lo cierto es que sí es una novela negra, negra porque es oscura y porque nos obliga a buscar algo de luz. Martin Amis es un maestro mezclando hechos cotidianos con reflexiones muy profundas que como mínimo nos hacen pensar un ratito después de cerrar el libro.
Martin Amis fue uno de los novelistas más influyentes de la literatura de lengua inglesa de los años setenta. En sus novelas y ensayos ha quedad una radiografía despiadada de su Inglaterra natal y también de Estados Unidos. Algo que tampoco falta nunca en sus obras es el humor y la ironía. Y es que la materia prima de Amis es lo que él ve como lo absurdo de la condición humana.
Esta novela, Tren nocturno, tiene unos personajes turbios y una atmósfera recargada, huele a tabaco y sabe a whisky.
La cita para charlar sobre Tren nocturno será el próximo martes, 28 de noviembre, a las 19.00 horas en la sala de actividades de la Biblioteca Central, en la calle San Jerónimo.
Espero que os apetezca comentar todos los detalles particulares de esta novela el próximo martes. ¡Nos vemos!