Yo siempre he admirado el funcionamiento de “Amazon”, la rapidez, en el envío de los documentos que he comprado, el diseño de la pantalla, la eficacia, el marketing que utiliza. De hecho tengo un Kinddle.
En una de mis visitas a la librería Fnac de San Sebastián me encontré en al apartado sociología un libro titulado “En los dominios de Amazon : relato de un infiltrado” Jean-Baptiste Malet, periodista es el autor.
El libro me ha dejado horrorizada, quizás porque soy ingenua y no me podía imaginar que una librería, eso creía yo que era Amazon, pudiera funcionar como un almacén gigantesco o fábrica del siglo XIX. El lector comprador pide el libro a través de la pantalla pero ¿qué hay detrás?
Detrás de la pantalla están los almacenes logísticos de Amazon. Son grandes hangares o fábricas. Dentro se trabaja con una metodología cercana al régimen de Mao.
Esta comparación aparece en el libro, no es mía es de un trabajador. Se publicó en un artículo del Washington Post el 25 de noviembre de 1999. El artículo se titula “Not all smiles inside Amazon “
“Es como en la China comunista de Mao. Se os empuja permanentemente para ayudar a la comunidad. Si no lo haces te puedes enfrentar a tu propia familia”.
El eslogan de Amazon, me recuerda al “Trabajo nos hace libres” “Arbeit macht frei” de los campos de concentración. “Work hard, have fun , make history. Traducido como Trabaja duro, hazlo divertido, haz historia”.
Jean Baptiste Malet se infiltró en una de los almacenes logísticos de Francia. En concreto en Montelimar (Drome). El libro cuenta su experiencia, la selección que le hicieron para entrar a trabajar, la formación, su trabajo en el turno de noche. Se trabaja cinco días seguidos de noche.
El trabajo que describe, el de los «pickers» (los que cogen los documentos de las estanterías) es agotador. Cada noche hacen veinte kilómetros. Tienen dos descansos uno pagado por Amazon, el otro por el trabajador.
La política relativa a la comunicación con el público es tan estricta, y tan detallada en el anexo 7 de la empresa que los trabajadores que se arriesguen a contar su experiencia pueden ser despedidos. Los mimos sindicatos se sienten amenazados.
En 1995 Amazon tenía un granja de 40 metros cuadrados propiedad de Jeff Bezos, el fundador. Hoy sus unidades logísticas se elevan a más de dos millones de metros cuadrados y tiene más de cien millones de clientes.
A Jezz Bezos no le importa el libro, ni el futuro económico del mercado del libro. Su objetivo es la transformación total de ese mercado. Convertirlo en un negocio de descarga de ficheros. Bezos afirma que el libro en papel es una tecnología obsoleta. No voy a discutir si lo es o no pero queda claro que al fundador sólo le importa aumentar los beneficios, y yo clienta compradora no quiero que ésto se haga a costa de los trabajadores o de crear nuevos esclavos. ¿Para qué habrá comprado el Washington Post?
Los principios de Amazon son el ejemplo de la incorporación de técnicas psicológicas muy sofisticadas al trabajo. Sobre todo se reconoce la dureza del trabajo y a la vez se inculca a los mandos o a los managers la necesidad de hacer divertido ese trabajo tan duro. Parte de la jornada de esos directivos se dedica a buscar pasatiempos para que los trabajadores sobrelleven el cansancio.
Os recomiendo vivamente el libro. Quizás erais conscientes de lo que supone la compra en esta librería. Yo no lo era. Porque haya paro, no todo vale y no puede ser que los políticos en vez de apoyar las librerías independientes de los centros de las ciudades, den tantas facilidades a estas empresas que por cierto no se sabe muy bien si pagan los mismos impuestos que las librerías pequeñas.
¿ ES EL LIBRO UNA MERCANCIA COMO OTRA CUALQUIERA?
Para Jeff Bezos está claro que si. Para mi no. Termino con esta cita de José Saramago extraída del libro.
“Vender libros no es igual que ser librero. Cualquiera puede vender un libro si se lo pide el cliente, pero la relación del librero con sus libros es como la que tiene el pastor con su rebaño. Siendo cierto que vive de ellos, vive sobre todo para ellos. Es decir los ama. Ser librero es como estar enamorado de por vida.
Hay muchas sombras en la nueva sociedad digital.