17

Abr / 2015

Para cada tiempo hay un libro

Autor:

Para cada tiempo hay un libroUna vez más Alberto Manguel nos sorprende, nos fascina con sus reflexiones sobre la lectura, los lectores, los escritores y las bibliotecas. De nuevo un libro que trata sobre libros. Libro de gran belleza por la poética de los textos y en este caso además por la originalidad de sus fotografías.

Son doce reflexiones breves, numeradas, no llevan título. Entre texto y texto las fotografías de Alvaro Alejandro, artista visual. Las fotografías en blanco y negro relacionan la lectura con las situaciones más diversas : el hombre que lee sentado en una bicicleta, el libro en el cuarto de baño, los libros en los árboles, las letras, una estatua que lee, una ratonera que atrapa un libro, los posos del café, la palabra libro en muchos idiomas, un hombre que lee bajo la lluvia, …En total 61 fotografías

Para cada tiempo hay un libro pero Manguel compadece al que no encuentra el libro adecuado en una situación difícil. El pobre Amundsen, descubridor del polo sur se vio obligado a leer, noche tras helada noche el indigesto tratado del Dr Gaudens titulado «Retrato de su Sagrada Magestad en sus Soledades y sufrimientos.»

Oscar Wilde, Doris Lessing, Thomas Love Peacock, Dante, Madame Bovary, Truman Capote y otros muchos escritores y personajes literarios surcan las páginas del libro ayudando a Manguel a definir eso que llamamos El placer de la lectura.

Pero yo soy bibliotecaria y he buscado la anécdota relacionada con las bibliotecas. Y la he encontrado. La historia es preciosa, sobre la Biblioteca de Sarajevo, la Haggadah y un bibliotecario anónimo honesto. (p. 61)

El 25 de agosto de 1992, el ejército serbio deliberadamente bombardeó La Biblioteca Nacional de Sarajevo. Se destruyeron más de un .millón de libros y más de cien mil preciosos manuscritos. Entre los pocos tesoros que fueron rescatados hubo un manuscrito hebreo iluminado, conocido como la Haggadah de Sarajevo.

Este libro había sobrevivido a la expulsión de los judíos de España cinco siglos antes del bombardeo de Sarajevo, gracias a un lector que se llevó el libro en su huida.

Posteriormente durante la segunda guerra mundial la Haggadah fue salvada por un bibliotecario musulmán de Sarajevo que la escondió para que los nazis no lo quemaran. En el año 1999, siete años después del ataque serbio a Sarajevo, en la huida de miles de musulmanes expulsados de Kosovo, había una mujer que llevaba un pedazo de papel en caracteres hebreos. Lengua que ella desconocía. La mujer decidió al entrar en Macedonia, al ser tratada bruscamente, mostrar el papel a miembros de la comunidad judía donde acampaban.»

«Cuando enseñó el papel, dice Manguel fue un momento mágico. Este papel había sido concedido al bibliotecario musulmán por el Gobierno de Israel ya que no solo había salvado la Haggadah , sino que había dado refugio en su casa a judíos yugoslavos.»

«La hija era ahora víctima de nuevas atrocidades étnicas. El gobierno de Israel la trasladó con toda la familia y fue recibida por el hijo de una de las personas que el bibliotecario musulmán había salvado. Ella dijo mi padre hizo lo que hizo de todo corazón, no para recibir nada a cambio

Sobre la historia de la Haggadah , hay una novela reciente que se hace eco de este hecho se titula “los guardianes del libro” Geraldine Brooks. Es fácil de leer.

El asedio de Sarajevo y la guerra de Yugoslavia, una de las guerras recientes más horribles, puede caer pronto en el olvido y eso es lo peor que le puede pasar al que sufre una injusticia. Europa como siempre llegó tarde para paliar las atrocidades étnicas. 

Para cada tiempo hay un libro y dice Manguel “no se cuales libros me serán permitidos en mi último viaje pero mientras haya libros, no hay traidor, ni disgusto que no se pueda olvidar. Los traidores no creo que lean, ¿pero me equivoco?

28

Jun / 2013

La biblioteca ideal

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Ahora que todas las bibliotecarias estamos pensando en la biblioteca del futuro, en las plataformas de préstamo de libro electrónico, en la planificación de espacios dónde las estanterías no sean lo fundamental, dónde las bibliotecarias nos convertimos en mediadoras de la información, me parece oportuno recordar lo que a Alberto Manguel le parece que debería ser la «Biblioteca ideal»

Alberto Manguel pasó por San Sebastián, sin pena ni gloria. Pudimos contar con su presencia gracias a la escritoria Luisa Etxenike, pero los «medios de comunicación» apenas se hicieron eco de la noticia. La charla estaba centrada en otro libro del escritor «La Biblioteca de noche». Esto ocurrió el 23 de octubre del 2008. Manguel disertó sobre la lectura, las bibliotecas, las lecturas, los libros.

El 13 de junio del 2013 el Premio de Poesía Antonio Carvajal también ha pasado desapercibido en mi ciudad para los periodistas. En ambos casos el departamento de comunicación de Donostia Kultura hizo bien su cometido, luego lo preocupante es ¿Qué tipo de cultura interesa a los medios? Menos mal que Antonio Carvajal dejó claro que él no busca la fama prefiere el reconocimiento de los expertos.

¿Existe la biblioteca ideal?

La biblioteca ideal que nos describe Alberto Manguel en el libro titulado el «Sueño del Rey Rojo» es en muchos aspectos la mía. Aunque no esté de acuerdo al 100% con la biblioteca ideal de Manguel, voy a trasladar al blog,  el capítulo titulado «Apuntes hacia una definición de la biblioteca ideal » y  traducirlo al euskera. Dentro de la simplicidad de estos aforismos poéticos, Manguel nos adentra en el mundo de las bibliotecas y  sobre todo transmite que le gustan las bibliotecas y que es un especialista de la historia de  la lectura.

Mi biblioteca ideal, es una utopía: ver la Biblioteca municipal de San Sebastián en un nuevo y único edificio.

«Apuntes hacia una definición de la biblioteca ideal «

1) La Biblioteca ideal está hecha para un lector en particular. Todo lector debe sentir que él o ella es el elegido.

2) Sobre la puerta de la Biblioteca ideal está escrita una variación del lema de Rabelais. «Lys ce que voudra» (en el texto impreso en mayúsculas) «lee lo que quieras»

3) La biblioteca ideal es tanto virtual como material. Permite toda tecnología, todo recipiente, toda manifestación de texto.

4) La biblioteca ideal es de fácil acceso. Ni escaleras altas, ni explanadas resbaladizas, ni una confusa multiplicidad de puertas, ni guardias intimidantes deben interponerse entre el lector y los libros.

5) La Biblioteca ideal tiene asientos cómodos pero firmes con descansabrazos y respaldos curvos, como los de la lamentable Salle Labrouste de la Bibliothèque Nationale de France.

6) En 1250, Richard de Fournival comparó la biblioteca ideal a un» hortus conclusus», un jardín cerrado.

7) La biblioteca ideal tiene cálidas paredes de ladrillo o madera, y también frescas ventanas de vidrio que dan a vistas apacibles. La biblioteca nunca es un hortus completamente conclusus.

8)La biblioteca ideal contiene sobre todo, pero no únicamente, libros. También colecciona mapas, cuadros, objetos, música, voces, películas y fotografías. La biblioteca ideal es un lugar de lectura en el sentido más amplio del término.

9) La biblioteca ideal le permite a cada lector tener acceso a los estantes. Al lector se le debe de dar la libertad de los encuentros fortuitos.

10) Ningún estante en la biblioteca ideal está más alto o más bajo que el alcance del brazo del lector. La biblioteca ideal no requiere de acrobacias.

11) En la biblioteca ideal nunca hace demasiado frío ni demasiado calor.

12) La biblioteca ideal organiza sin etiquetar.

13) Ninguna sección de la biblioteca ideal es definitiva

14) El mapa de la biblioteca ideal es su catálogo

15) La biblioteca ideal tiene acceso fácil y abundante comida, bebida y fotocopiadoras.

16) La biblioteca ideal es tanto aislada como frecuentada, íntima y abierta a las relaciones sociales, pensada para la reflexión y para el diálogo, parsimoniosa y generosa, erudita y preguntona, llena de la desesperación de muchos y de la esperanza de los que aún no se ha leído

17) La biblioteca ideal encierra la promesa de todo libro posible.

18) Cada libro en la biblioteca ideal hace eco en otro.

19) La biblioteca ideal es una antología eterna que siempre se renueva.

20) La biblioteca ideal nunca cierra.

21) En la biblioteca ideal se puede garabatear en los libros

22) La biblioteca ideal es a la vez popular y secreta. Alberga todos los clásicos conocidos y todos los clásicos que sólo conocen unos cuantos lectores. 

23) En la biblioteca ideal, la tarea del lector es subvertir el orden establecido.

24) La cantidad de libros en la biblioteca ideal varía. Se dice que la biblioteca de Alejandría albergaba setecientos mil rollos; las estanterías de Jorge Luis Borges contenían apenas quinientos volúmenes; el campo de concentración de Birkenau tenía una biblioteca clandestina de ocho libros invaluables que cada noche había que ocultar en un lugar distinto.

25) Aún cuando está hecha de paredes y estantes y libros, la biblioteca ideal está en la mente. La biblioteca ideal es la biblioteca recordada.

26) La biblioteca ideal sugiere un texto continuo sin un principio discernible ni un final en el futuro predecible.

27) En la biblioteca ideal no hay libros prohibidos ni recomendados.

28) La biblioteca ideal le es familiar tanto a San Jerónimo como a Noam Chomsky.

29) En la biblioteca ideal ningún lector siente jamás que no es bienvenido

30) Cada página de la biblioteca ideal es la primera. Ninguna es la última.

31) Como las cajas en el cerebro de Paul Valéry, la biblioteca ideal tiene secciones llamadas: Para estudiar en mejor ocasión. Para nunca pensar en ello. Inútil adentrarse más. Contenido sin examinar. Asuntos sin sentido. Tesoro confirmado que sólo puede examinarse en una segunda vida. Urgente. Peligroso. Delicado. Imposible. Abandonado. Reservado. !qué otros se encarguen! Mi punto fuerte. Difícil etc.

32) La biblioteca ideal desbarata la maldición de Babel

33) La biblioteca ideal simboliza todo lo que una sociedad representa. Una sociedad depende de sus bibliotecas para saber quién es, porque las bibliotecas son la memoria de la sociedad.

34) La biblioteca ideal puede crecer infinitamente sin exigir más espacio físico y puede ofrecer el conocimiento de todo sin exigir más tiempo físico. Como una hermosa imposibilidad, la biblioteca ideal existe fuera del tiempo y fuera del espacio.

35) Los antiguos osarios tenían una inscripción » Como te ves, yo me vi; como me ves te verás». Se puede decir más o menos lo mismo de los libros de la biblioteca ideal y de sus lectores.

36) La biblioteca ideal no es un osario.

37) Algunas de las bibliotecas más antiguas estaban a cargo de sacerdotes egipcios, quienes proporcionaban a las almas difuntas libros para guiarlos por el reino de los muertos. La biblioteca ideal mantiene esta función de guiar almas.

38) La biblioteca ideal renueva y a la vez preserva su colección. La biblioteca ideal es fluida.

39) Hay ciertos libros que son, en sí mismos una biblioteca ideal. Moby Dick de Melville, la Divina Comedia de Dante, las Mémoires d´outretombe» de Chateaubriand.

40) En la biblioteca ideal no hace falta ninguna brújula. Su apariencia física es también su estructura intelectual

41) El arquitecto de la biblioteca ideal es, antes y más que nada, un lector ideal.

42) La tarea imposible de todo tirano es destruir la biblioteca ideal.

43) La tarea imposible de todo lector es reconstruir la biblioteca ideal.

44) La biblioteca ideal (como todas las bibliotecas) guarda por lo menos una línea que fue escrita exclusivamente para ti.

En estos momentos en que los futurólogos, nos bombardean con preguntas del estilo de ¿Por qué tener bibliotecas llenas de libros? o ¿por qué desperdiciar espacios valiosos para almacenar masas infinitas de texto impreso? Viene bien leer a los amantes de la lectura y de las bibliotecas como Alberto Manguel.
Ojalá que cada lector encuentre su biblioteca ideal.