X

Bidali zure gomendioak

Parte hartu gure blogean

Buda en el ático, Julie Otsuka

El interés de la novela es doble:
por un lado el tema, nos habla del éxodo de japonesas hacia Estados Unidos -esclavas sexuales, mano de obra barata…- del “maltrato” ancestral de sus hogares marchan a encontrarse con su nuevos “maridos” y una supuesta mejor vida en San Francisco.

En segundo lugar cómo nos lo cuenta: no es una lacrimógena novela en primera persona donde nos narra las barbaridades (que las hubo, y demasiadas) que les hicieron a estas niñas, como salen de ellas, encuentran un buen chico y son felices llenando de japonesitos California… no.

La narradora es el grupo: “pasamos nuestros primeros días en el barco”, “todas esperábamos en secreto ser rescatadas”… utilizando la repetición para dar más fuerza : “Dábamos a luz 5 niñas y 5 niños a intervalos regulares de 18 meses”, “dábamos a luz , pero no nos bajaba la leche y el bebé murió al cabo de una semana”, “dábamos a luz pero la niña nació muerta y la enterrábamos, desnuda, en los campos (…) pero nos mudamos tantas veces que ya no podemos recordar donde está”.
La autora consigue con ello un ritmo hipnótico en la narración y uno no puede parar, porque pasa a formar parte de esta especie de coro griego, donde lo individual se diluye en lo grupal.

Ello no quita que, al avanzar la narración, y sobre todo con el nacimiento de sus hijos, aparezcan los nombres propios… aunque siguen llamando a sus “consortes concertados” nuestros maridos.
Ese ritmo hipnótico se apoya en frases cortas, punzantes, mínimas..que logran condensar su terrible realidad en solo 150 páginas

Habíamos oído hablar (documentales, películas..) de cómo durante la segunda guerra mundial los americanos reunieron a los japoneses que habían llegado a trabajar al ferrocarril y a sus descendientes en una especie de campos de concentración, por considerarlos espías y saboteadores del Eje.
Pues bien, la novela nos relata muy bien la “desaparición” de estos individuos cuyo único delito es ser “japos” y haberse relacionado únicamente entre ellos, ya que desde el principio se les trata como si fueran negros. Esto unido al rumor, al miedo y, en ocasiones la envidia hacia los florecientes negocios de los inmigrantes asiáticos, facilita la “desaparición” total de los mismos.

En esta “limpieza” también serán las mujeres las principales víctimas, ya que siempre estuvieron solas: trabajando de sol a sol incluso embarazadas, acostándose con el capataz para que su “marido” conservara el empleo, y en otros casos trabajando en un burdel.

Si unimos la temática y el estilo narrativo nos hallamos ante una novela fácil de leer, pero que, a la vez, exige toda nuestra atención, ya que nada de lo que aparece lo hace al azar.
Ganadora del Premio Pen/Faulkner, tiene un contenido terrible pero que nos muestra la capacidad de lucha y sufrimiento de unas mujeres que sólo querían una vida mejor. Unas mujeres que eran “invisibles” pero que forjaron la historia de una manera anónima, que es cómo, por desgracia, sigue sucediendo.

Headhunters, Jo Nesbo

Autor de la serie de intriga protagonizada por Harry Hole (Petirrojo, Némesis, la Estrella del diablo y el Redentor) serie de “obligado cumplimiento”, Jo Nesbo –otro de los autores que viene del frío- nos propone una novela independiente pero no por ello de menor interés.

Narrada en primera persona por el cazatalentos Roger Brown, en un principio parece uno de los personajes de Tom Sharpe, atolondrado, tragicómico, envuelto en la red de sus propias pretensiones sociales y las de su mujer, en sus propias mentiras.
Pero no señores, bajo el mundo de lo “fashion” y los tiburones de la bolsa existe otra realidad: Roger roba cuadros para intentar hacer feliz a su mujer y a su propio ego, y contentarla por el hecho de no “haberle querido dar hijos”.
Esta realidad de la ropa y accesorios de marca, las entrevistas de trabajo, los “vernissages”.. se verá patas arriba con la aparición de Clas Greve que, además de seducir a Diana, se propone arruinarle la vida a nuestro amigo Roger.

Persecuciones (en ambulancia, en tractor..), asesinatos (reales, simulados..), robos de cuadros de gran valor, usurpación de personalidad, adicciones de todo tipo, conflicto de intereses entre grandes empresas… son narrados con gran maestría.
Nesbo es un buen “contador”: la trama es hábil, rápida, certera y va ganando velocidad, aderezada con momentos de humor (a no perderse el “momento cabaña”) y monólogos en los que nos podemos ver reflejados.

El humor está muy presente: como un guiño a los detectives aparece Brede Sperre, adorado por el público, personaje mediático, homosexual, superatractivo…. Clas Greve es una especie de Walker Texas Ranger que maneja todas las claves de la supervivencia y los métodos de los comandos antiterroristas…

La lucha de Greve por conseguir acabar con el “número uno de los cazatalentos” (ese soy yo que diría Roger Brown) forzará una serie de episodios electrizantes y, a su vez, llenos de un humor mordaz.
Te ríes, te mantiene en vilo, tiene sólo 285 páginas, está bien escrito y hasta te puede hacer pensar (los remordimientos, la lucha entre el bien y el mal, el peso de la culpa…) Vamos, uno de esos libros que quieres terminar para ver que pasa y, a la vez, que te dure un poco mas. Recomendable 100%.

Gaur zortzi, Carmen Gisasola

Eleberria irakurtzerakoan kutsu autobiografikoa hartzen zaio baina egileak elkarbizitzaren beharra azpimarratzeko idatzi duela esan zuen aurkezpenean “eleberri hau elkarbizitzaren aldeko apustua dela esango nuke. Edozein herriren itxaropena datozen belaunaldietan jartzen da eta etorkizuna oinarrizko baloreekin eraiki nahi badugu, gure herrian gertatukoaren hausnarketa egitea ezinbestekoa dugu, albora begiratzeak zauriak ez dituelako ixten.”

El giro, Stephen Greenblatt

Esta vez os voy a recomendar algo difícil de catalogar. Pero voy a intentar hacerlo por eliminación; esto es, procederé a enumerar no las características que lo definen, sino las que no lo definen. Bien. Comencemos. El giro no se puede decir que sea un libro de historia. No estudia la caída del imperio romano, ni sus glorias pasadas, ni sus extintas formas de vida. Tampoco se puede decir que sea un manual de bibliotecas, ni un libro sobre bibliofilia, ni una introducción al coleccionismo y la museografía. No es ni mucho menos un libro de autoayuda. Ni uno de filosofía. Ni una historia del pensamiento. Tampoco es un libro de religión. Ni siquiera uno sobre el cristianismo. Ni sobre el paganismo. Ni sobre el ateismo. Menos aún es un libro que explique la naturaleza de las cosas, ni el origen ni la composición de la materia. No trata sobre el universo, ni si es cóncavo o convexo. Porque no es ni un libro de física ni de astronomía. Tampoco es un libro sobre literatura, ni sobre los clásicos. Ni sobre el potencial de la  poesía para transformar el mundo. No es ni por asomo un libro de aventuras donde estados principescos, corruptos y depravados, luchen por mantener el poder a toda costa. Tampoco uno al estilo Umberto Eco sobre la quema de herejes y la prohibición de libros. Ni sobre la búsqueda de tesoros perdidos y hallazgos muy peligrosos que cambiarán la historia de la humanidad. Ni siquiera es una novela. Entonces, ¿qué demonios es este libro?

Pues es todo eso y mucho más. Es el libro del año.

PS: Abstenerse fans de “El tiempo entre costuras”.

Cuervos, John Connolly

Decir Connolly es decir Charlie Parker, y por tanto, novela negra de la buena. Tenemos ya entre nosotros su última entrega, Cuervos, que ha causado gran expectación entre sus seguidores.

Parker, personaje marcado por la tragedia –el asesinato de su mujer y su hija a manos de “el Viajante”-,  detective de novela negra al más puro estilo Marlowe, con unos amigos como mínimo insólitos  -una pareja gay e interracial de gansters- , y en cuyos casos siempre está presente lo sobrenatural –recibe “visitas” de su hija fallecida entre otras perlas..- es un individuo como poco singular.

Es un caballero en lucha contra el mal y que, a su vez, vive con la losa de los muertos que deja a su paso.
Es un tipo al que te gustaría tener como amigo, como buen amigo, pero en el que habita el dolor. Charlie sufre intensamente y ello le hace a veces ser un personaje oscuro, siempre luchando por mantener el nivel y tendente a la depresión y a las “percepciones extrasensoriales”.

El caso a investigar es simple: desaparición de una niña en Pastor’s Bay y todos a rastrear como locos. ¿Todos? Cuando el FBI entra en juego queda claro que hay mucho más en la trastienda: lucha entre las mafias locales, sospechas de pederastia en la figura del jefe de policía, extorsión a un exconvicto… Frentes en los que Charlie se mueve como pez en el agua y donde desplegará todas sus artes de detective y de ser humano, acompañado de sus inseparables Angel y Louis.

Personalmente, no me hace mucha gracia el guiño sobrenatural con el que adorna la  narración. De hecho el ambiente creado en El ángel negro -una de sus ultimas entregas- con el osario de Sedlec, me hizo apartarme del universo Parker tocada por un sentimiento de desasosiego (lo recomiendo a los amantes de ese tipo de sensaciones), pero reconozco que Cuervos me ha vuelto a reconciliar con nuestro amigo Charlie, ya que el tema paranormal no tiene tanto peso.
Esta característica de sus novelas hace que muchos amigos del “polar” no le consideren escritor de novela negra como tal, sino un artista a la hora de mezclar varios géneros.

No os voy a contar el final, pero si os diré que la novela va ganando enteros a través de las vueltas de tuerca que Connolly aplica al argumento: todos tienen algo que ocultar y, en realidad, la búsqueda de la chiquilla es, por momentos, secundario.

De todas formas Parker, el caballero andante, volverá a hacer de las suyas, pero siempre “enfrentado” a los poderes oficiales.Dicho de otro modo, es él el que levanta la manta y descubre el pastel, adelantándose a la policía y recibiendo de ésta una “reprimenda” por meterse donde no le llaman.

Ha vuelto Charlie Parker en estado puro.. a nosotros no nos queda más que ¡¡disfrutar¡¡