Hablar de Stefan Zweig es hablar de un excelente escritor austríaco, muy popular en su tiempo, que verá su trayectoria vital y artística quebrada por la llegada de Hitler al poder.
Hablar de Stefan Zweig también es hacerlo de un convencido humanista, activista social, antibelicista -aunque combatió en la gran guerra-, viajero impenitente, cuyas obras fueron prohibidas por el régimen nazi al ser clasificadas como “no arias”.
Para Zweig ser judío era un accidente, para parte de sus conciudadanos no.
Dentro de su amplia producción, ocupan gran parte las biografías y tienen también su lugar pequeñas joyas que, aparte de su interés puramente literario, nos ilustran sobre la época y sirven de altavoz de sus ideas.
En este contexto nos encontramos con Clarissa.
De 1902 a 1930, esta joven, hija de un militar austríaco, de casa bien, vivirá, amará, sufrirá, perderá, luchará… en el marco de un cambio total: la llegada de la gran guerra,el inicio del fin de la Europa conocida hasta el momento y confirmación de unos sistemas políticos inoperantes, de la ascensión de movimientos de índole nacional excluyente, de un socialismo pujante…
No se trata sin embargo de un sesudo análisis histórico: Clarissa, la protagonista, transita de la niñez a la edad adulta, a la toma de decisiones dentro de un ambiente castrense y sin figura materna, a un enamoramiento roto por la llegada de la contienda y con consecuencias terribles para ella.
No voy a contar más. En realidad bajo la capa superficial de su “folletin”, Zweig nos introduce en las costumbres de la época, de sus diferentes clases sociales y sus convencionalismos, en lo que supusieron las militancias contrarias a la mayoría, en la soledad profunda de las mujeres y madres y sus pérdidas…
No hay victimismos, no hay aspavientos…La prosa elegante de Zweig nos pasea por los momentos difíciles, los errores fatales que marcarán el devenir de Clarissa y, como ella, de millones de personas en la Europa de los años 20-30.
La lectura de Clarissa tiene la capacidad -a pesar de que consta de sólo de 199 páginas-, de hacernos pensar. Pensar en la capacidad del ser humano para sobrevivir y en la tremenda dificultad que supone hacerlo a contracorriente.
Me atrevo a recomendar otros dos libros, el primero escrito por Zweig y el segundo es un cómic sobre Zweig.