Congo: una historia épica, David Van Reybrouck
Ed. Taurus, 2019
743 p.; 23,65€, ebook 12,34€
ISBN 9788430619436
Post hau gaztelaniaz dago
El Congo es un territorio vasto, rico. A la vez bendecido y maldecido con unas riquezas minerales descomunales y marcado por continuas y dramáticas turbulencias. También es vasta y rica la aportación de David Van Reybrouck en esta tarea enciclopédica: contarnos e intentar explicarnos la trayectoria vital de este prodigio de la naturaleza que es Zaire, buceando entre las más variadas fuentes –135 páginas de notas y bibliografía- y testigos.
Van Reybrouck da voz a dictadores, caudillos, guerrilleros, niños soldado, mujeres, empresarios, ancianos… a un amplio espectro que abarca a centenarios y veinteañeros, a fin de tener una idea “a pie de calle” del sentir de los congoleños, comenzando en la prehistoria hasta los tiempos del “desembarco chino”.
Si como tarea asusta, el libro en sí también -ni más ni menos que 743 páginas nos esperan-. Mentiría si lo etiquetara como un manual al uso, o un acercamiento fácil a la historia de este país africano. Sin embargo, esa melange que propone el autor -hijo de colono y conocedor de primera mano- está estructurado de forma que permite acercarse a períodos concretos o que nos resulten más interesantes, como los 23 años de cortijo de un rey que solo la visitó una vez –Leopoldo II de Bélgica-, el proceso de descolonización –Patrice Lumumba, Kasavubu o el mismísimo Mobutu-, las dictaduras como label del país -la “dinastía” Kabila- o el desembarco de la superpotencia China.
Por si fuera poco podemos seguir los datos, las fechas, los hechos, las teorías… personificadas en recuerdos reales, cartas, diarios, fotos.. y acercarnos a las variables de un puzle de muy difícil comprensión. Esto es: distintos gobiernos, las mismas promesas incumplidas, regímenes de clientelismo y cleptocracia, ausencia de derechos humanos, corrupción endémica, tribalismo, injerencia internacional…
Un país doliente en el cual “la descolonización empezó demasiado tarde pero la independencia llegaba demasiado pronto” (pag.295). Un lugar donde la superpoblación, la pobreza y la falta de estado, unido a la fórmula tribus-territorio-minerales, marcan una espiral de guerras y luchas sangrientas, un paso del esclavismo y el lastre colonial a una economía cuyos réditos no alivian a la población y se reparten las multinacionales y los sátrapas de las diferentes zonas.
Apto sólo para muy curiosos o muy interesados, no decepciona, sobre todo cuando replantea conceptos -el “genocidio” de Leopoldo II, los fundamentos políticos de Lumumba o la actuación de los organismos internacionales en las distintas guerras- que parecían intocables.
Lo dicho, grandes dosis de curiosidad y paciencia y el tiempo para saborear los relatos de los centenarios Nkasi y Makulo, los inicios de la televisión estatal, de Patou Lelo comerciante en Guangzhou o la “revolución” china con Jules Bitulu.