El tren de los niños, Viola Ardone
Ed. Seix Barral, 2020.
309 p.; 18,05€, ebook 9,49€
ISBN 9788432237096
Post hau gaztelaniaz dago
Estamos ante una novela magnífica, lúcida y potente. Viola Ardone, con un estilo certero y ágil, en tan sólo 300 páginas, toca temas hondos y presentes en cualquier país, en cualquier comunidad: la dignidad, la pobreza, la solidaridad, la utopía, el coraje…
Es la voz de Amerigo Speranza, un chaval del sur italiano, la protagonista.
Año 1946. Acabada la Segunda Guerra Mundial, a la devastación, allá donde la pobreza es endémica, se le añade la hambruna más brutal. Malos tiempos para mujeres que se han quedado solas y para sus críos, que callejean y roban a los que apenas tienen más que ellos. Amerigo -con los ojos abiertos de par en par y la tristeza marcada en su mirada- nos desvela sus pequeños anhelos, sus trucos de superviviente, sus pillerías con Tommasino y Mariuccia y a mamá Antonietta, una mamá poco amiga de sensiblerías.
Un hecho pondrá patas arriba sus vidas: el Partido Comunista Italiano ofrecerá acogida temporal en familias del norte del país, más rico.Van a subir a los trenes sin mucha idea de lo que realmente pasa, aferrándose a unos zapatos nuevos que no son de su número, con temor a que les hagan bajar de vacío.
Un éxodo narrado de forma cruda y naif por Amerigo, con el miedo soplándole en la nuca y su apellido -Speranza- como bandera. Un Amerigo que se debatirá entre regresar a su barrio o entregarse a una nueva vida de cariño y regalos, una vida de oportunidades. Deberá elegir y lo hará de forma dramática, cargando con un peso terrible que le acompañará como una losa. A través del ahora Benvenutti, viviremos la desazón de tener que elegir y batallar por la vida, los puentes de solidaridad y el dolor de las renuncias. Y nos recordará a otros: los niños de la Euskadi del 36, los pequeños saharauis… que huyen de la guerra y del dolor y se debaten en un mundo extraño que no acaban de entender.
Impresionante y vital. Dura y vibrante. Historias del barrio viejo y el mundo nuevo, ámbitos en que las mujeres -Mamá Antonietta, la Sinsueldos, la Tolondra, Derna y la incombustible Maddalena-, tejen las redes que forjarán el destino de Amerigo, el ya hombre, que evitará por siempre las estaciones de tren.
Nota: os recomiendo un soberbio documental de Gervasio Sánchez que habla de supervivientes. A no perderse.