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Parte hartu gure blogean

Hasta la cima de la montaña, Arne Dahl

Con los países nórdicos me pasa un poco como con el comunismo: me siento pelín estafada, nada acaba siendo como se suponía que era.
Así, Suecia no es tan nevada ni tan bucólico-pastoril como nos la presentan. Bueno, seamos objetivos, nevada es, pero de bucólico-pastoril tiene bien poco, apenas pasa la “prueba del algodón”.

En esta novela es esa “otra Suecia” la protagonista: xenofobia, grupos organizados y armados de neonazis, criminales de la guerra de los Balcanes, malos tratos, pedofilia… se mezclan con ritmo endiablado.
Un simple crimen –una pelea de hooligans en un bar- se transformará en una lucha a varias bandas: neonazis, yugoeslavos, mafia local… todos ellos se verán las caras con el Equipo A.

Los integrantes del A también son gente con múltiples facetas: incorruptibles, entregados a su vocación de acabar con los malos –a veces demasiado entregados-, con vidas familiares como mínimo sorprendentes, hastiados de la dura realidad con la que conviven… pero no son de cartón.

Arne Dahl parece un “osito bonachón” (veáse la foto de la contraportada) pero sólo lo parece. Es más bien un gremlin de los malos que con pulso certero y frases cortas y punzantes, nos relata los duros momentos que vive el A y como es cada uno de ellos en unas digresiones que realiza en la misma acción. Así, cuando sale un personaje y uno se pregunta ¿quién c… es éste? El bueno de Arne nos lo dibuja con precisión y podemos continuar con la narración sabiendo que no nos estamos perdiendo nada.

Salvado el pequeño obstáculo de los apellidos y el callejero nórdico –tanto “gatan” “gatan” le pone a una un poco tonta- y subiéndose al rápido ritmo al que “bailan” estos chicos, el entretenimiento está  asegurado.

Respecto a los “protas” destaca la “pareja” Holm y Heljm –con affaire incluido-. Pero todos los miembros del A tienen gran protagonismo y son tan parecidos unos a otros como un huevo a una castaña.
Especial atención merecen Chavez –el triunfo del “emigrata” en una sociedad con el pelo rubio y los dientes rubios como canta Ruben Blades… -, Sara y Nyberg, adalides de la lucha contra la pedofilia, o Huttin el “jefe” que vuelve de su jubilación para ocuparse de este caso.

Súmenle  a todo esto un par de vueltas de tuerca sorprendentes, y obtendrán una buena novela negra, que les hará ver Suecia y el “estado del bienestar” desde otro prisma y conocerán una serie de personajes excepcionales tanto en su bondad como en su maldad.
¡¡¡larga vida al Equipo A¡¡¡
Nota: tras tanta acción no estaría mal una relaxing cup.. (fin de la cita)

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