Ed. Tusquets, 2021
429 p.; 18,90€, ebook 9,49€
ISBN 9788490668924
post hau gaztelaniaz dago
Categoría: chipiron. Lo que escribe Alan Parks es de un negro subido, espeso, como la tinta del sabroso animalito.
Destino: Glasgow años 70. Una ciudad sumida en la crisis, donde la esperanza es ave de paso. Una Glasgow húmeda, oscura, áspera, donde la violencia latente estalla y lo inunda todo. Una ciudad con su paladín particular, con su Harry McCoy, un agente atormentado que se recupera a duras penas de un caso anterior -léase “Enero Sangriento”-. Un tipo rodeado de sombras y extrañas y peligrosas alianzas.
Al lío: tenemos un fiambre y no es otro que un futbolista “famosete”, futuro yerno del mafioso local, Jack Scobie. Eso significa territorio peligroso y McCoy lo sabe.
La nieve de febrero será testigo además de la reaparición de fantasmas del pasado, que le llevarán a enfrentarse a sí mismo y a columpiarse en el delgado hilo que separa el bien del mal. La lucha entre seguir las normas o bien cobrarse, de forma cruenta e implacable, deudas que han hecho de él, como de muchos otros, un adulto desgraciado e infeliz. Aliados no le faltarán, como Cooper -su lado oscuro- o su jefe y valedor insobornable -Murray-.
Acción pura y dura, frases como patadas en el estómago, personajes de todo pelaje, enfrentamientos con la autoridad… Este Glasgow de 1973 es como adentrarse en una película en blanco y negro de los años 50, con sus tipos duros pero emocionales, con los tragos y los puños como moneda de cambio. Los asesinatos actuarán de detonante con ramificaciones insospechadas, con ecos de sollozos infantiles que piden reparación, con policías corruptos y corruptores, con gente que miraba hacia otro lado, ignorando el atroz sufrimiento que palpitaba en su ciudad.
Nos apuntamos a la Serie de Harry McCoy, el que nunca descansa.
Y Amén.