Mar Blanco, Claudio Giunta
Alfaguara, 2018
328 páginas, 19,90 €, e-book 9,99 €
ISBN 9788420419442
Post hau gaztelaniaz dago.
Mar Blanco es la primera novela del polifacético Carlo Giunta. Sin embargo no es esta su presentación en sociedad: investigador y profesor de literatura medieval, cuenta con un amplio número de obras editadas en este y otros campos, como el mercado del arte, y colabora de manera muy activa en la prensa italiana.
Dicho de otro modo, conoce el oficio y se nota: la narración se desliza rápida, eficaz y certera. Por momentos parece un reportaje periodístico, pero, del mismo modo, bucea en el interior de los personajes y retrata a las mil maravillas los ambientes que intenta recrear.
¿Qué nos cuenta? Pues se marca un pedazo de historia: la desaparición de tres jóvenes florentinos en las remotas e inhóspitas islas Solovki, antiguo gulag, antiguo monasterio. Desaparición que marca el inicio de la aventura de Alesandro Capace, periodista free lance que seguirá los pasos de sus compatriotas a la búsqueda de la verdad.
Jugando en dos marcos diferentes -Florencia y su burguesía, las familias de los chicos… y las Solovki, aisladas del mundo, donde conviven militares rusos, policías, antiguos presos,.. – nuestro protagonista deberá hilar muy fino para conseguir información sin provocar conflictos.
En un ambiente desasosegante, donde la niebla y el mar son negros y hostiles, reconstruirá los hechos o al menos lo intentara, acompañado de Julia, traductora y objeto de deseo juvenil a partes iguales.
Así iremos conociendo las historias de ambos protagonistas, las difíciles relaciones entre los distintos habitantes de las islas, la soledad y el retraso en el que viven, e iremos sintiendo como se va minando la seguridad del periodista.
Alessandro Capace se irá adentrando en terreno peligroso: los sucesos reales, los que imagina, los datos que los demás dejan caer como por descuido… harán de espejo de su propia trayectoria vital y le llevarán a cuestionarse viejas historias que creía superadas.
Si los desaparecieron o huyeron. Si hubo o no más “bajas” entre los cooperantes extranjeros. Si los monjes se dedican o no al contrabando de iconos. Si el retén policial está o no para “limpiar” de indeseables la costa… son los interrogantes que el lector irá enfrentando a lo largo de la novela.
Eso sí, envueltos en un manto pegajoso e infernal: un frío terrible, una lluvia incesante y la sensación de indefensión y abandono más absolutas.
No te fíes de nadie … has llegado a las Solovki.