Open Andre Agassi Duomo Nefelibata, 2014
475 orrialde, 19,80 €
ISBN 9788415945482
A lo mejor no soy el más indicado para recomendar esta autobiografía del tenista André Agassi, porque de chaval fui admirador suyo. No había en todo el circuito nadie que tuviera la ropa más llamativa, el peinado más espectacular y sobre todo el resto más demoledor. Ni lo habrá. Tampoco había, ni habrá, nadie que teniendo sus condiciones físicas y técnicas pudiera perder dos finales de Roland Garros seguidas ante rivales teóricamente inferiores. Era pues la mezcla perfecta de gigante con pies de barro. Alguien con el que te podías identificar, sobre todo cuando perdía. No era el típico dios de la raqueta que aburriera a las ovejas, como Sampras, Federer o Nadal, de quienes sabes perfectamente que van a ganar siempre. Con Agassi era diferente, era un poco como ser del Atlético, porque era capaz de lo más sublime pero también de lo más catastrófico (se me ha pasado por la cabeza poner la Real, pero todos sabemos que sólo es capaz de lo segundo, así que no me vale de ejemplo). Por todo ello, ver una final suya era una auténtica agonía. Estoy convencido de que yo perdía más peso sentado ante la tele comiéndome las uñas que él corriendo de un lado para otro en la cancha de tenis.
Pero por otro lado, no me gustan nada las biografías y menos las autobiografías deportivas. Cuando llegó a mis manos la que hoy os comento desconfié totalmente, pensé que sería el típico tostón que te regalan con el Marca, pero el aval de la crítica despertó mi curiosidad. Así que le di una oportunidad. Y en dos o tres días di buena cuenta. Y pude comprobar con mis propios ojos que se trata de una narración bastante adictiva. Obviamente tienes que ser algo fan del tenis, porque a lo largo y ancho del escrito aparece toda una pléyade de jugadores más o menos míticos que te tienen que sonar al menos para que la lectura no resulte una tortura.
Pero lo que verdaderamente resulta apasionante es la batalla que se libra en la mente de nuestro protagonista tanto en competición como en su vida personal. El mar de dudas e inseguridades que refleja nos presenta un ídolo catódico completamente fallón y por tanto humano. Por si esto fuera poco, la dramatización de los hitos deportivos resulta impecable e incluso emocionante. Como no recordaba con precisión su trayectoria de Grand Slam, el relato de cada uno de los torneos me ha hecho vivir con verdadera pasión cada punto, cada juego y cada set y vibrar con cada victoria como si las estuviera viendo en directo.
En suma, es una narración escrita con mucho oficio, muy bien dramatizada (aunque en el determinismo de la historia de amor con Steffi Graf tal vez se le vean un poco las costuras) y muy resultona, con unos niveles de edulcoración bastante contenidos. No en vano ha sido coescrita con todo un premio Pulitzer como J.R. Moehringer. Merece la pena. Aunque sólo sea por revivir el pique con Boris Becker.